En continuación con el discurso provida del Papa durante la audiencia general, el prefecto del dicasterio vaticano para la Comunicación, Paolo Riffini, ha pedido durante la rueda de prensa de información sobre los trabajos de la jornada del Sínodo «librar a los jóvenes de algo que coloniza las almas, que impone silogismos falsos, por ejemplo, cuando se presenta el aborto como derecho a la libertad».
Esta actitud es propia de la «era postmoderna», a la que Ruffini no ha dudado en calificar, recogiendo el sentir de los padres sinodales, como una nueva forma de «totalitarismo».
Pero para los obispos, este no es el único –ismo que acecha a los jóvenes en la actualidad. También han advertido contra el populismo. Concretamente, el obispo de Luxemburgo se ha mostrado «preocupadísimo» porque «puede destrozar» lo que se ha construido. Para contrarrestarlo, Jean Claude Hollerich ha propuesto «centrarse en los pobres» como «la mejor respuesta contra el populismo».
Matrimonio y pastoral familiar
Durante la rueda de prensa también se habló de plantear un cambio en el acompañamiento y la preparación de la Iglesia a los jóvenes de cara al matrimonio católico. En continuación con este tema, los padres sinodales apostaron por dar mayor relevancia a la pastoral familiar y, en otro orden de cosas, por construir con los jóvenes una «alianza ecológica».
Una Iglesia que acoja a todos
Por su parte, los jóvenes que participan como oyentes en el Sínodo, reclamaron antes de entrar esta mañana en el aula sinodal una Iglesia que acoja a todos y que reflexione sobre los escándalos sexuales por parte del clero.
«Pido una Iglesia más plural, más democrática, que esté muy abierta a escuchar a los jóvenes y muy dispuesta a acoger a todos sin importar su origen, su opción sexual, si es hombre o mujer. En conclusión, que haga patente el mensaje de Cristo de amar a todos y recibir a todos», explicó a EFE la chilena Silvia Retamales, abogada y miembro del observatorio socio-pastoral de la juventud de su país.
Esta joven chilena también ha llevado al Sínodo su experiencia como miembro de una Iglesia protagonista de un enorme escándalo de abusos sexuales contra menores. Reconoce que algunos jóvenes fuertemente arraigados con la Iglesia, «aunque enojados y decepcionados», no han cambiado su compromiso, pero otro sector se ha alejado.
Añade que se siente dolida por este escándalo porque no soporta que miembros de su Iglesia «hayan podido hacer daño a otros hermanos, herirles en su dignidad humana». Por todo ello, Retamales espera que del Sínodo salga una «Iglesia donde todos se sientan incluidos. Una Iglesia basada más en el amor y en escuchar que en juzgar».
Alfa y Omega
(Foto: Synod2018)