Francisco recibió a los obispos durante más de dos horas. «El Papa conoce bien la situación venezolana. Nos animó a mantener la cercanía con el pueblo y a estar siempre al lado de los que sufren», ha dicho el presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela
Los obispos venezolanos explicaron al Papa Francisco en una audiencia en el Vaticano la crisis política, económica y social que vive su país, con elevados niveles de pobreza y hambre, una «situación inédita» que preocupa y entristece a la Iglesia.
En rueda de prensa, el presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, José Luis Azuaje Ayala, dijo que comentaron al papa los problemas del país, que ha pasado «de una realidad de construcción democrática a una realidad de mucha deficiencia en el ámbito democrático, donde se ha querido instaurar un sistema político totalmente distinto al que está en la Constitución vigente».
«Yo sé que ustedes están cercanos a su pueblo y yo les pido… no se cansen de esa cercanía… Y gracias por la resistencia», dijo el pontífice a los obispos durante el encuentro, informó la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) en su perfil de la red social Twitter.
En sus declaraciones a los medios, Azuaje Ayala señaló que también conversaron con el pontífice sobre los considerados «presos políticos» y le comentaron la situación «inhumana» en la que se encuentran «personas que por diferencias, por no seguir el ritmo del Gobierno venezolano, han sido privadas de libertad».
Expusieron que una de las mayores lacras que sufre el país es el hambre, «que muchos niegan e incluso la disfrazan», pero también la elevada inflación, «que deteriora cualquier margen de ganancia que pueda tener un trabajador y que ha tenido como consecuencia el desabastecimiento y la especulación», así como el deterioro del sistema de salud.
Como consecuencia de la pobreza y del hambre, muchas personas se ven obligadas a emigrar, valoraron los obispos, que contemplan esta situación «con mucha tristeza».
«Sabemos los esfuerzos que están haciendo algunos países como Colombia, Perú, Chile, Ecuador, Argentina y Brasil para atender a los venezolanos», indicó Azuaje Ayala.
La Iglesia católica en Venezuela, prosiguió, tiene como objetivo atender a las personas que se quedan, «que sufren tantas calamidades».
«En Venezuela, lo que intentamos hacer como Iglesia es fomentar la concordia y la unidad (…) El Papa nos animó a seguir trabajando», apuntó.
El presidente de la CEV subrayó que «el Papa conoce bien la situación venezolana» y que en la audiencia les animó a «mantener la cercanía con el pueblo» y estar «siempre al lado de los que sufren».
Azuaje Ayala agradeció las palabras de Francisco y pidió, en clave nacional, que se abra «un canal de ayudas, de solidaridad» para que los obispos en el país puedan recibir «alimentos y medicamentos» para la gente que las regiones dispuestas a ayudar a Venezuela quieren enviar.
Esta audiencia privada con el Pontífice, que, según precisó Azuaje Ayala, se prolongó durante más de dos horas, se enmarca en la visita Ad Limina Apostolorum (la que realizan las conferencias episcopales cada cinco años al Vaticano) que llevan a cabo los obispos venezolanos, en Roma desde el 6 de septiembre.
EFE/Alfa y Omega
(Foto: Conferencia Episcopal de Venezuela)