La campaña por la asignatura de Religión se dirige por primera vez y principalmente a los jóvenes que ya no se inscriben o que nunca se han apuntado a esta asignatura. En la presentación de la campaña, monseñor Cesar Franco ha defendido la asignatura como «una opción buena, necesaria y que está consolidada»
«Una persona no está formada integralmente si no tiene un bagaje de conocimientos religiosos». Por otro lado, «un mundo con educación religiosa es más justo, solidario y tiene un plus de humanismo». Así lo ha asegurado el presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, monseñor César Franco, durante la presentación de la campaña Me apunto a Religión.
Para el también obispo de Segovia, además, la «opción por la clase de religión es una opción de libertad» y la Iglesia «considera que debe defender la libertad de las personas, en este caso de los padres, que tienen el derecho de educar a sus hijos según sus convicciones». Asimismo, es una «opción buena y necesaria, tanto si se tiene fe como si no se tiene, y así ha sido para todos los pueblos a lo largo de la historia», ha aseverado.
Para los que nunca han ido o ya no van
La campaña se ha presentado esta mañana en la sede de la CEE con el objetivo de «dar a conocer la asignatura, recordar que supone un pequeño marco de libertad para los padres y alumnos y animar a la inscripción», ha explicado José Gabriel Vera, director de la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal.
En esta ocasión, Me apunto a Religión está dirigida a los adolescentes y jóvenes, porque «a partir de los 12/13 años son ellos los que toman la decisión de inscribirse en la clase de religión». Concretamente, está especialmente dedicada a los jóvenes «que ya no se inscriben o que nunca se han apuntado a esta asignatura», ha asegurado Vera. De esta forma, destaca la frase «Si te lo cuestionas todo, cuestiónate por qué no ir a religión».
60 % de la población
A pesar de no contar todavía con los datos oficiales del curso 2017-2018, la «clase de Religión es reclamada por más del 60 % de la población escolar en los niveles de Infantil, Primaria y Secundaria, y es seguida por 3,5 millones de alumnos», ha apuntado monseñor César Franco.
Además, hay 30.000 profesores de Religión y la Iglesia cuenta con 2.600 centros educativos. De todos ellos, 400 son de educación especial. Asimismo se ofrece educación a cerca de 71.000 estudiantes inmigrantes.
Alumnos ortodoxos, musulmanes y ateos en Religión
En la presentación también ha intervenido Elena Ruiz, profesora de Religión IES Avalón de Valdomoro (Madrid), quien ha asegurado que en los últimos años «en mi instituto se ha triplicado el número de alumnos de bachillerato que cursan Religión».
Los alumnos perciben, ha asegurado Ruiz, que «la clase de religión es muy necesaria». De hecho, «son los propios alumnos los que animan a sus compañeros a apuntarse». Su labor de persuasión es tan buena que a la asignatura están apuntados «alumnos ortodoxos, evangélicos» e incluso «uno musulmán que tuve el año pasado» y «chicos sin bautizar».
«El otro día en clase de Religión les conté a mis alumnos de bachillerato que iba a participar en la presentación de la campaña Me apunto a religión de la Conferencia Episcopal Española y les pedí que me pusieran por escrito qué le dirían a sus compañeros para convencerles de que se apuntaran a la clase de Religión. Todos convenían en que se sentían muy a gusto en clase; los profesores les enseñábamos a discernir en una sociedad que va demasiado deprisa; adquieren conocimientos y también valores; y les encanta lo que aprenden para luego poder dialogar con sus compañeros», ha concluido la profesora.
J. C. de A.
Imagen: La profesora Elena Ruiz, monseñor César Franco y José Gabriel Vera
(Foto: CEE)