La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana ha exhortado a los diversos cuerpos de seguridad del Estado el respeto a los ciudadanos que participan en las diferentes manifestaciones públicas
Tras la proclamación del líder de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó como Presidente interino del país al considerar ilegítimo el segundo mandato de Nicolás Maduro, acaecido este miércoles 23 de enero, durante la gigantesca marcha pacífica de la oposición en Caracas, se han registrado un serie de protestas en diferentes ciudades venezolanas, las mismas que han dejado hasta el momento 14 víctimas mortales.
Un Gobierno de transición y elecciones libres
Juan Guaidó juró públicamente como Presidente encargado del país, apoyándose en la interpretación del artículo 233 de la Constitución Nacional, que faculta al Legislativo a ejercer las funciones del Ejecutivo cuando la Presidencia está vacante. La Asamblea Nacional considera que es así ya que Nicolás Maduro no ha jurado su cargo ante ella. El objetivo del líder de la oposición –señala la prensa local– es lograr la formación de «un Gobierno de transición y elecciones libres». Este hecho, generó una reacción en cadena de la Comunidad Internacional frente a un Gobierno cada vez más aislado, empezando por el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que casi de inmediato brindó su apoyo y reconocimiento al líder opositor.
Víctimas de los dos días de protestas
Según los primeros cálculos del Observatorio Venezolano de Conflictos Sociales y de Provea, ONG de derechos humanos, hasta el momento la represión desplegada por las fuerzas policiales contra las protestas antigubernamentales ya ha generado 14 víctimas mortales, de las cuales 13 hombres y 1 mujer, todos ellos sufrieron impactos de bala cuando participaban en protestas pacíficas y fueron atacados por cuerpos de élite como las Faes (Fuerzas Especiales) y el Conas (Comando Antisecuestros) en tareas de orden público que desconocen. La ciudad de Barinas encabeza la lista mortal con 4 fallecidos, seguida de la ciudad de Tachira y Caracas.
Desde que comenzaran las protestas contra Nicolás Maduro el pasado lunes 21 de enero, se han producido 218 detenciones, según el Foro Penal. Por ello, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) ha activado su sala situacional para seguir de cerca las denuncias de violaciones de derechos humanos.
Los Obispos exigen evitar la represión violenta
Por su parte, la Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana exhortó a los diversos cuerpos de seguridad del Estado el respeto a los ciudadanos que participan en las diferentes manifestaciones públicas. Considerando que la Asamblea Nacional electa con el voto libre y democrático del Pueblo y que actualmente es el único órgano del poder público con legitimidad para ejercer soberanamente su competencias, exigen los Obispos, a los diversos cuerpos de seguridad del Estado el respeto a los ciudadanos manifestantes evitando la represión violenta, las detenciones arbitrarias, tratos crueles y el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas para controlar las manifestaciones pacíficas.
«Asimismo –escriben los Obispos– se les recuerda su responsabilidad individual en la vulneración o violación de los derechos fundamentales que además de constituir delitos sus acciones son imprescriptibles. Por ello, afirman los Pastores, exhortamos de igual manera al pueblo católico y a los hombres y mujeres de buena voluntad a orar por Venezuela en esta hora, para que se restaure el hilo constitucional y logremos un país espiritual y materialmente próspero».
Renato Martinez/Vatican News
(Foto: REUTERS/Manaure Quintero)