El documento de COMECE Fortalecer la cultura de la democracia a través de los valores plantea también las listas electorales transnacionales y reflexiona sobre los desafíos de una nueva ampliación de la Unión.
3 de junio 2024.- Tan solo una semana antes de las elecciones europeas, los obispos de la UE han subrayado la necesidad de «defender un sistema electoral de la UE transparente y accesible y apoyar medidas para aumentar la participación de votantes». Es una de las reflexiones que incluye la Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) en su documento Fortalecer la cultura de la democracia a través de los valores, hecho público el pasado viernes.
Esta reflexión sobre el proceso político en el seno de la UE se incluye en el primer apartado del texto, bajo el epígrafe sobre la «participación en un discurso político sincero, transparente y abierto». En este apartado, los obispos también defienden que «los partidos políticos europeos tiene que estar establecidos como organizaciones extraparlamentarias fuertes que necesitan aumentar su visibilidad en las campañas electorales». Plantean incluso que «se debería estudiar más la introducción de listas de candidatos al Parlamento Europeo transnacionales».
En la introducción a su aportación, COMECE defiende que «el éxito del proyecto europeo no depende solo de la integración económica y del progreso científico y técnico, sino también en la aceptación de una serie de derechos y valores fundamentales». Entre ellos, citan la dignidad humana, los derechos humanos, la libertad, la no discriminación, el bien común, la subsidiariedad, la justicia, la tolerancia, la inclusión, la solidaridad y la igualdad y la libertad religiosa.
«La democracia, como principio establecido en los tratados europeos, es un logro cultural e institucional precioso transmitido a nosotros por las generaciones anteriores», subraya el texto. En respuesta a este legado, «es nuestra responsabilidad consolidar, promover y mejorar la democracia en Europa para transmitírsela a las siguientes generaciones».
Información y subsidiariedad
Otro de los temas sobre los que reflexionan los obispos es que una información veraz es una «condición previa para la participación activa en una cultura digital». En este sentido, «un panorama mediático libre y la libertad de expresión en la esfera pública son esenciales para salvaguardar una información veraz». COMECE advierte además de que «una opinión pública muy digitalizada también es susceptible del riesgo de alimentar a través de las redes una cultura de la posverdad».
Para fortalecer la cultura democrática en la UE, es asimismo clave defender el principio de subsidiariedad. Según este, «la UE solo debe regular las áreas que no se pueden regular mejor a nivel regional o de los Estados miembro». Favorecer este principio implica además, según COMECE, «reforzar la participación de los parlamentos nacionales en los procesos legislativos y políticos de la UE e implementar una mejor consideración del trabajo de los comités» de la Eurocámara.
Desafíos de la ampliación
El último tema sobre el que reflexionan los obispos de la UE es el de un nuevo proceso de ampliación, con nueve países candidatos. «El futuro de la ampliación de la UE es una oportunidad para actualizar la idea de una Europa unida enraizada en la solidaridad práctica». Pero el proceso requiere «una reflexión profunda sobre nuestra base de valores comunes y los vínculos especiales que nos unen como familia humana».
Esto es así porque la ampliación «supondrá un desafío significativo para el funcionamiento institucional». No solo tendría implicaciones en la composición de la Eurocámara y de la Comisión Europea, y en los presupuestos. También podría alimentar nuevas tensiones internas entre distintos bloques y formas de entender la UE, sus valores, prioridades y funcionamiento.
Los obispos recuerdan que «las normas culturales, valores y buenas prácticas conforman de forma crucial la participación ética y la ciudadanía». Por otro lado, «en un mundo globalmente conectado y sin embargo con frecuencia fragmentado culturalmente, los malentendidos y los conflictos pueden exacerbar las divisiones».
Será necesario construir puentes que ayuden a superar estas divisiones, así como «construir la solidaridad entre comunidades y mejorar la resiliencia democrática a través de la consolidación de la participación activa de todos los implicados». Esto requerirá «una cultura de diálogo abierto, transparente y sincero dentro de las diversidades culturales».
MARÍA MARTÍNEZ LÓPEZ
Alfa y Omega