En la foto, el obispo coadjutor de Kinsasha, monseñor Ambongo, se acerca a bendecir a un sacerdote congoleño aislado por haberse contagiado de ébola. Los prelados del país, preocupados, piden a la población que no cedan al «miedo y la estigmatización que podrían obstaculizar la respuesta a la epidemia»
La confirmación del primer caso de ébola en Mbandaka, un área urbana, «nos preocupa profundamente dado el alto riesgo de contagio de la enfermedad», ha asegurado monseñor Marcel Utembi, arzobispo de Kisangani y Presidente de la Conferencia Episcopal del Congo en un mensaje sobra la epidemia de ébola que afecta a la provincia de Ecuador. Hasta el momento se ha informado de 58 contagios, de los cuales 22 han resultado mortales.
El padre Clement Makiobo, responsable de Justicia y Paz Congo, en conversación con Alfa y Omega, se muestra optimista asegura que «la situación podría no llegar a ser como la de Liberia, porque los médicos congoleños han adquirido conocimientos sobre la lucha contra esta enfermedad».
Aún así, el presidente de la Conferencia Episcopal se mantiene cauto y ha recalcado que, «dada la naturaleza de la enfermedad y la falta de información de mucha población, es de temer el riesgo de propagación en una ciudad de 1,2 millones de habitantes». Por eso, añade, «la amenaza debe tomarse muy en serio a nivel provincial, regional y nacional».
Monseñor Utembi ha lanzado un llamamiento a las autoridades congoleñas, las ONG locales e internacionales y a la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el fin de que tomen «medidas urgentes para dar una respuesta eficaz a la emergencia, que mantengan a raya la propagación de la enfermedad y garanticen la seguridad y la salud de la población». Además, elogia la pronta intervención de la OMS, que envió una nutrida delegación a la zona. «Su presencia testimonia la solidaridad nacional ofrecida a la República Democrática del Congo para hacer frente a esta enfermedad».
Al dirigirse a las poblaciones de las áreas afectadas por la epidemia, monseñor Utembi ha invitado a no caer en la desesperación y la resignación, a «trabajar juntos para contener la epidemia» y confiar en la ayuda de Dios, a facilitar el trabajo de los equipos de salud y a «no ceder a miedo y la estigmatización que podrían obstaculizar la respuesta a la epidemia».
Pronunciamiento sobre Kivu del Norte
Mientras la epidemia tiene a la población alerta, la situación en Kivu del Norte puede desestabilizar las futuras elecciones y la convivencia del país entero, como han denunciado los obispos. «Hay un movimiento político que está empujando a la fragmentación y división de la provincia, solo por intereses personales, y que va en contra de la voluntad de la población que desea un Kivu del Norte integrado y unido a la República Democrática del Congo», aseguran los prelados en el mensaje final del encuentro ordinario de la Conferencia Episcopal Provincial de Bukavu, que tuvo lugar en Goma del 14 al 20 de mayo.
Kivu del Norte vive desde hace décadas una situación de constante inseguridad debido a la presencia de grupos armados que explotan ilegalmente los recursos naturales y que quieren separar el territorio del resto del país. «Existe riesgo de colapsar el país», advierten los obispos, porque lo que sucede en Kivu del Norte puede conducir a la «institucionalización del espíritu de tribalismo y a la división y exclusión basada en la misma lógica de la secesión». Según los obispos, «existe el peligro de provocar la rivalidad entre las distintas etnias con las consecuencias que eso podría acarrear: limpieza étnica, violencia, crímenes contra la humanidad…».
Frente a esta situación y de cara a las elecciones del 23 de diciembre, los obispos recomiendan a la población «volver a los principios de la enseñanza social de la Iglesia que hablan de la dignidad de la persona humana, del bien común, de la justicia social, de la paz y del trabajo».
Alfa y Omega