Estados Unidos lo califica de «momento histórico para la libertad religiosa»
El Papa Francisco, que había sido acogido en el aeropuerto de Abu Dhabi por el gobernante de los Emiratos y el Gran Imán de la Universidad de Al-Azhar, máximo líder religioso del Islam, ha recibido en el palacio presidencial una ceremonia de bienvenida digna de las Mil y Una Noches.
El máximo líder religioso de los cristianos ha entrado en la Península Arábiga por la puerta grande, en un paso histórico que promete muchas cosas buenas para los cristianos en países musulmanes.
En llamativo contraste con la frecuente erosión a las iniciativas de Francisco, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, ha manifestado que «Estados Unidos aplaude la llegada del Pontífice a los Emiratos Árabes Unidos en un momento histórico para la libertad religiosa. La primera misa de un papa en la Península Arábiga promueve la paz y el entendimiento entre dos de las grandes religiones del mundo».
El pequeño automóvil coreano de Francisco fue escoltado por las inmensas avenidas de un palacio de 130 hectáreas por la guardia presidencial a caballo, mientras una patrulla de siete aviones trazaba sobre el cielo de los Emiratos los colores amarillo y blanco de la bandera vaticana.
El Papa ha sido recibido de nuevo por el príncipe heredero de Abu Dhabi y gobernante de hecho de los Emiratos, Mohammed bin Zayed al Nahyan, hijo del fundador de la patria, y el emir de Dubái, Mohammed bin Rashid al Maktoum, el «número dos» de la federación de siete emiratos con un porcentaje significativo de las reservas petroleras del mundo.
Después de los honores militares, Francisco ha recibido el saludo de las principales autoridades del país, incluida la presidenta del parlamento, que realiza una función asesora, con parte de sus miembros nombrados y otros elegidos.
Aparte de tener al frente de ese organismo una mujer, la avanzadísima estrategia de los emiratos incluye haber creado cuatro ministerios que no hay en ningún otro gobierno: el de Tolerancia, el de Felicidad y Bienestar, el de Ciencias Avanzadas y el de Inteligencia Artificial.
El «oro negro» es solo un trampolín para construir un futuro basado en las tecnologías y turismo, en un clima de buen entendimiento del millón de ciudadanos emiratíes y los ocho millones de trabajadores extranjeros.
Por eso Emiratos celebra 2019 como el «Año de la Tolerancia» y lo estrena con el máximo gesto: recibiendo al Papa y organizando para el martes la misa más multitudinaria en un país musulmán, con más de cien mil fieles.
Precisamente para subrayar esa línea de apertura, que viene del fundador de la patria, el príncipe heredero ha regalado al Santo Padre el acta notarial de la donación de terrenos para la construcción de la primera iglesia cristiana de los Emiratos, con fecha del 22 de junio de 1963.
En esta ultramoderna federación no existe la libertad religiosa, pues es un país constitucionalmente islámico, pero sí la libertad de culto. Todas las religiones cuentan con sus templos, siempre que no coloquen cruces, estrellas de David u otros símbolos, y se abstengan de tocar las campanas o hacer proclamas por altavoces.
El recibimiento con los máximos honores al Papa es un gran ejemplo no solo para los emiratíes sino para todo el mundo musulmán, en que Arabia Saudí, justo al lado de los Emiratos, se va quedando sola en cuanto a represión religiosa e intolerancia.
El Papa, a su vez, ha regalado al príncipe heredero un medallón conmemorativo que muestra el abrazo entre san Francisco de Asís y el sultán de Egipto Malek al-Kamel en los tiempos de la Quinta Cruzada, un paso de concordia cuyo octavo centenario se conmemora con este viaje. Junto con el logotipo del viaje -una paloma de la paz con los colores de los Emiratos y el Vaticano-, el lema oficial es una plegaria de san Francisco: «Señor, hazme instrumento de tu paz».
Después del encuentro en privado con el príncipe heredero, Francisco ha escrito en inglés en el libro de oro otro mensaje similar que añade una referencia religiosa al Dios Único: «Agradecido por su cálida bienvenida y hospitalidad y asegurando un recuerdo en mis oraciones, invoco sobre Su Alteza y todo el pueblo de los Emiratos las bendiciones divinas de paz y solidaridad fraternal».
Por la tarde, el Gran Imán de la Universidad de Al-Azhar, Ahmed al Tayyeb, que ya le recibió en la sede de El Cairo en 2017, dará la bienvenida al Papa en la impresionante Mezquita Jeque Zayed para el encuentro en privado con el Consejo Musulmán de Ancianos. Se trata de un organismo creado por los Emiratos como foro de diálogo y tolerancia, y presidido por el propio Gran Imán, referente teológico de mil cien millones de musulmanes sunníes, la corriente mayoritaria del Islam.
Poco después será de nuevo el príncipe heredero quien acoja a Francisco en el Monumento al Fundador de la patria para el encuentro de Fraternidad Humana que reúne a setecientas personalidades de todas las grandes religiones y que forma parte de las actividades del «Año de la Tolerancia» en los Emiratos.
Juan Vicente Boo/ABC
(Foto: REUTERS/Tony Gentile)