En un encuentro provida, el expolítico había afirmado que «están ganando los científicos que defienden la verdad de la creación frente al relato de la evolución». Afirmaciones de este tipo «son perjudiciales para el movimiento provida»
9 de diciembre 2024.- La Sociedad de Científicos Católicos ha salido al paso de una «desafortunada frase» del expolítico Jaime Mayor Oreja oponiendo creación y evolución. Durante la VI Cumbre Transatlántica por la Libertad y la Cultura de la Vida celebrada esta semana en el Senado y ante más de 200 participantes de 45 países, el presidente de Neos afirmó que «entre los científicos fundamentalmente están ganando aquellos que defienden la verdad de la creación frente al relato de la evolución».
«Ya desde Pío XII, con la encíclica Humani generis, la Iglesia no ha visto ningún inconveniente en la teoría de la evolución» ni «ninguna incompatibilidad con la doctrina cristiana de la creación», afirma la Sociedad de Científicos Católicos en un comunicado. Esto es así «si la teoría científica de la evolución se entiende dentro de sus límites científicos, sin caer en extrapolaciones filosóficas materialistas» que afirman que la evolución de las especies excluye la existencia de Dios. Este «evolucionismo metafísico» sí se opone a la fe.
El comunicado aclara asimismo que «creación no es lo mismo que creacionismo». Esta última doctrina, difundida sobre todo en ciertos movimientos evangélicos estadounidenses, interpreta literalmente «las fuentes bíblicas en términos supuestamente científicos». Y es ella, y no la «evolución biológica», la que «no es compatible con la doctrina católica de la interpretación bíblica ni tampoco con el estado actual de la ciencia».
La organización de científicos católicos considera además que declaraciones como las de Mayor Oreja «son perjudiciales para los objetivos del movimiento provida, para quienes es tremendamente injusto que se les asocie con posturas creacionistas anticientíficas». Y reclama que «los personajes públicos que se presentan como católicos» sean «cuidadosos en sus declaraciones» y se aseguren «de que lo que dicen concuerda tanto con el estado actual de la ciencia como con las enseñanzas del magisterio». Lo contrario es «despreciar el trabajo de innumerables teólogos de la creación, filósofos de la ciencia y científicos, católicos o no, de todos los tiempos».
MARÍA MARTÍNEZ LÓPEZ
Alfa y Omega