Preocupación del Papa ante la crisis humanitaria en el país.
(ZENIT).- “No os olvidéis de Siria. Porque un ciclón está llegando… Pero además, no olvidéis ni desestiméis a los Buenos Samaritanos, a todas las Verónicas que enjugaron las lágrimas…”.
Este es el llamamiento del cardenal Mario Zenari, nuncio apostólico en Siria, transmitido a zenit. Hablamos con él en la Embajada de Italia ante la Santa Sede en Roma, en el acto titulado: “Hospitales abiertos en Siria: la primera fase ha terminado, el llamamiento se renueva”, el 31 de mayo de 2019, en el Palazzo Borromeo.
“Profunda preocupación” del Papa ante la crisis humanitaria
El 22 de julio de 2019, el cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, acompañado por el cardenal Zenari, se reunió con el presidente de Siria, Bashar Hafez Al-Assad.
El Papa Francisco escribió una carta, que el cardenal Tukson entregó en Damasco al presidente, expresando su “profunda preocupación” por la crisis humanitaria en la nación, con especial referencia a “las dramáticas condiciones de la población civil en Idlib”.
El Papa redactó esta carta, explicó el cardenal Pietro Parolin en una entrevista con Andrea Tornielli, director editorial del Vaticano, “para renovar su llamamiento a la protección de la vida civil y a la preservación de las principales infraestructuras, como escuelas, hospitales y centros de salud”.
“Lo que está sucediendo es intolerable e inhumano”, añadió el cardenal Parolin y apuntó: “El Santo Padre pide al presidente que haga todo lo posible para poner fin a esta catástrofe humanitaria, a fin de proteger a la población indefensa, especialmente a los más vulnerables, en el respeto del derecho internacional humanitario”. El Papa Francisco ha realizado llamamientos a la comunidad internacional para que ayude a la “amada y atribulada Siria” durante años, y también ha encabezado iniciativas de sensibilización, como el ayuno por Siria.
“La mayor crisis humanitaria de nuestro tiempo”
La guerra que comenzó en Siria en marzo de 2011 ha causado lo que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados denomina “la mayor crisis humanitaria de nuestro tiempo”.
Conforme a los datos de 2016, la agencia de la ONU estimó que la emergencia humanitaria ha afectado a 13,5 millones de sirios, incluidos 6 millones de niños. La mayoría, casi 9 millones de personas, viven en situación de inseguridad alimentaria, sin acceso a suministros básicos.
“Campaña Hospitales Abiertos”
El evento de la Embajada, en el que la corresponsal de zenit en el Vaticano conversó recientemente con el nuncio apostólico, comenzó con los saludos institucionales del embajador Pietro Sebastiani y los ponentes: el cardenal Mario Zenari, nuncio apostólico en Damasco; el cardenal Gualtiero Bassetti, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana; el embajador de Hungría ante la Santa Sede, Eduard Habsburg-Lotharingiai; Giovanni Raimondi, presidente de la Fundación Gemelli; Emmanuele FM Emanuele, presidente de la Fundación Internacional Tercer Pilar; Giampaolo Silvestri, secretario general de la Fundación AVSI. Maria Gianniti, corresponsal de TG1 – redacción internacional, moderó.
La crisis de salud en el país inspiró la “Campaña Hospitales Abiertos”. Esta iniciativa fue lanzada por AVSI junto con Cor Unum y la Fundación Gemelli, a finales de 2016, con el objetivo de desarrollar las actividades de tres hospitales sirios sin ánimo de lucro.
La Fundación AVSI, según su sitio web, es una de las 16 organizaciones internacionales presentes en Siria que trabaja en varios frentes para apoyar al pueblo sirio. En Damasco promueven actividades para mujeres y niños, y, en Alepo, respaldan el trabajo de Custodia Terra Sancta.
“Este trabajo era necesario ante una crisis sanitaria sin precedentes: casi 11,5 millones de personas, el 40 por ciento de las cuales son niños, no reciben una adecuada atención médica”, señala la web de la fundación: “En Alepo, más de 2 millones de personas no tienen acceso a los hospitales, en Damasco, más de un millón. El sistema de salud no puede hacer frente a la demanda y las familias no pueden pagar sus facturas médicas”.
Otro ciclón por venir
El cardenal, dirigiéndose a zenit y a los periodistas, reconoció que otros conflictos y naciones a menudo tienen la atención de los medios de comunicación durante algún tiempo y luego esta se pierde. “Esto hace mucho daño, ser olvidado”, dijo.
Tras señalar que Siria ha entrado en el noveno año de guerra, lamentó que la atención de los medios de comunicación haya disminuido con el tiempo. Sin embargo, subrayó, el ciclón debe ser anticipado.
“Y creo -resaltó- que otro ciclón más está llegando a Siria. Y sería necesario alertar a la comunidad internacional sobre lo que se está gestando”.
“Creo que, desafortunadamente, seremos testigos de nuevos desplazamientos de personas. Desde principios de marzo hasta mediados de mayo, 300.000 refugiados de la provincia de Idlib… y después los muertos, los heridos, la destrucción…”
En toda Siria -porque decenas y decenas, si no cientos de hospitales fueron destruidos o inutilizados-, es necesario, ante todo, “antes de la reconstrucción de edificios y puentes”, “reconstruir la persona humana, su cuerpo” y, haciendo esto, “curar las heridas físicas y, junto con ellas, las morales”.
Gratitud de cristianos y no cristianos
El proyecto “Hospitales abiertos” es una iniciativa abierta a personas enfermas y pobres de cualquier grupo étnico o religioso. Ante ello, expuso, existen dos objetivos: curar las heridas físicas y mejorar las relaciones interétnicas e interreligiosas.
“Aquí,” elogió, “hay algunos ejemplos muy hermosos. Las religiosas que sirven en estos tres hospitales me hablan de hermosos ejemplos de gratitud por parte de personas no cristianas”.
“Siempre pienso en la pobre Siria, ¿cuándo saldrá de este ciclón en Oriente Medio? Un terrible ciclón está a punto de estallar. “Basta pensar en los problemas de la cuestión palestina- israelí, en los desacuerdos entre Irán y Arabia Saudita, en los que las potencias internacionales todavía están presentes. Es un verdadero huracán y Siria está precisamente en el ojo de este ciclón”.
Dado que tantos países libran sus guerras por mediación en Siria, es difícil decir que Siria pueda salir de esta situación mañana, afirmó, “cuando existe un ciclón que se desata en todo Oriente Medio”.
Llamamiento y gratitud a los Buenos Samaritanos y Verónicas
El representante Vaticano conversó con zenit sobre esto y cómo, obviamente, los acontecimientos en la nación han puesto a prueba la fe de muchos. Los únicos signos de esperanza son verdaderamente “los Buenos Samaritanos” que han ayudado en el camino.
El cardenal relanzó su llamamiento a la comunidad internacional: “¡No os olvidéis de Siria! ¡No os olvidéis de Siria!”.
Signos de esperanza en el camino
Admitió que el sufrimiento indescriptible, especialmente cuando ves con tus propios ojos la muerte y el padecimiento de niños y madres, es “una enorme prueba de fe”.
Sin embargo, dijo que no debemos olvidar esos signos de esperanza.
“Hay muchos Buenos Samaritanos, muchos Buenos Samaritanos, que se encuentran en Siria en este largo camino del Calvario; mucha gente buena que perdió la vida”, dijo. “Estos son signos que dan esperanza”.
“Muchas Verónicas que limpian la cara de esta pobre gente, muchos voluntarios, muchos Cireneos; lo que hacen y han hecho, debe ser resaltado”.
Pequeñas semillas en el desierto
Además, contó a zenit, “la solidaridad, la ayuda, no falta, pero las necesidades son enormes. Hay muchas semillas de solidaridad que no se ven, pequeñas semillas en el desierto, que un día crecerán, y Siria se volverá verde de nuevo”.
Cuando zenit preguntó sobre cómo la oración le ayuda a perseverar en todo lo que ha presenciado, reflexionó: “He visto tanto sufrimiento, tantas guerras civiles, padecimientos de niños, de madres, estoy inmerso en una labor de reflexión sobre todo este sufrimiento que he visto, veinte años de sufrimiento, y el Señor me da vida; los años me ayudarán a repensar, a comprender, a tratar de comprender”.
“El sufrimiento es una prueba, el sufrimiento de los niños, de los inocentes, es una prueba enorme para la fe.”
DEBORAH CASTELLANO LUBOV
Imagen: el Presidente Al Assad y el Cardenal Zenari
(Foto: © Sana)