Fawzia Amin Sido fue esclavizada por el Dáesh cuando tenía apenas 11 años. Tras ser llevada de un país a otro, terminó en la Franja.
7 de octubre 2024.- En 2014, cuando las huestes del Estado Islámico arrasaron parte de Siria e Irak, Fawzia tenía solo 11 años. Vivía en el Sinjar con su familia. Los yihadistas les impusieron su radical versión del islam y la emprendieron contra todo aquel que no la compartiera, especialmente, contra cristianos y, sobre todo, contra los yazidíes a los que consideraban adoradores del demonio.
Los milicianos secuestraron entonces a unas 7.000 mujeres yazidíes para convertirlas en esclavas. A las mayores, que no les servían, las asesinaron junto a los hombres, los jóvenes y los adolescentes. A los niños se los llevaron para adoctrinarlos y convertirlos en soldados. Las niñas, a partir de los 9 años, ya eran útiles como esclavas sexuales.
Los yazidíes supervivientes siguen buscando a esas mujeres y niños. Muchas regresaron meses o años después, completamente traumatizadas en cuerpo y alma, pero a los brazos de lo que quedaba de sus familias. Organizaciones como Nadia’s Initiative, la ONG de la premio Nobel yazidí Nadia Murad, estiman que todavía hay unos 3.000 yazidis desaparecidos, de los que 1300 serían niños.
Casada por la fuerza con un yihadista palestino
Uno de estos niños era Fawzia Amin Sido que ahora tiene 21 años. Ella fue secuestrada en el Sinjar y vendida por los miembros del Dáesh. En unas declaraciones a CNN ha explicado que de Irak pasó a Siria, de allí a Turquía, después a Egipto y, finalmente, a Gaza.
Según el diario The Jerusalem Post, Fawzia sobrevivió a años de abuso sexual y físico a manos de un militante palestino del Dáesh con el que fue obligada a casarse y que pereció en Siria. Después, habría viajado con la madre de este hasta Gaza donde contrajo matrimonio con el hermano de su marido fallecido. El captor de Fawzia habría muerto durante un bombardeo en la Franja. Ella entonces escapó hasta un lugar seguro desde donde pudo pedir ayuda.
Las Fuerzas de Defensa de Israel anunciaron el rescate de la joven en una operación coordinada entre Israel en colaboración con la Embajada de Estados Unidos. La acción se llevó a cabo en total secreto hasta que el ejército israelí pudo sacar a Fawzia de Gaza a través del cruce de Kerem Shalom. A continuación, fue trasladada a Jordania y de ahí a Irak, donde ya se ha podido reunir con su familia.
En todo este proceso, ha jugado un papel fundamental el empresario canadiense Steve Maman, judío, quien lleva años invirtiendo su propia fortuna para rescatar a estas mujeres y niños yazidíes. Se le conoce como «el Schindler judío» por esta obra. En sus redes sociales escribía un emotivo mensaje tras la liberación de Fawzia.
Nadia Murad también ha celebrado la liberación de la joven. Además, ha denunciado que muchas otras yazidíes han sido trasladadas por el ISIS hasta la Franja de Gaza, Siria y otros lugares de la región, sin que nadie haya hecho todavía nada por liberarlas.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores iraquí no menciona la participación israelí en la liberación de Fawzia, pero señala que su rescate duró cuatro meses y fue fruto de la coordinación entre el servicio de inteligencia iraquí, las autoridades jordanas y las embajadas estadounidenses en Bagdad y Amán.
Tal y como recoge CNN, Hamás también ha emitido un comunicado desmintiendo la versión del ejército israelí y asegurando que Fawzia permanecía en Gaza por voluntad propia y que la familia de su marido muerto habría consentido que la joven regresara a Irak.
ÁNGELES CONDE MIR
Alfa y Omega