CitizenGO ha particpado en el encuentro en Nueva York.
La plataforma internacional puso en circulación un autobús provida, defendió a través de un discurso ante la Comisión la vida y entregó en los ministerios de Asuntos Exteriores de varios países más de 140.000 firmas recogidas en su campaña online.
La organización Open Democracies de George Soros ha reconocido abiertamente el peligro que suponen organizaciones como CitizenGO para sus intereses abortistas.
La edición nº 63 de la Comisión sobre el estado de la mujer, (CSW por sus siglas en inglés) ha concluído. Este encuentro se ha distinguido por la presencia del autobús de CitizenGO con el lema “Let me live!” (“¡Déjame vivir!”) que ha circulado cinco días seguidos en las inmediaciones de la sede de Naciones Unidas en Nueva York, el discurso de la directora de campañas de CitizenGO en África, Ann Kioko, que se ha visto acompañada también de otros directores de CitizenGO: Gregory Mertz, de EEUU y David Cooke, de Canadá. Y por la entrega de las 140.000 firmas en los ministerios de Asuntos Exteriores de países como Rusia, Croacia, o Argentina.
El autobús “no ha dejado indiferente a las delegaciones participantes” según Gregory Mertz. Los distintos directores de campañas de CitizenGO se han estado entrevistando con los delegados de EEUU, Rusia o Malasia, y con muchos de los países participantes y les han entregado más de 140.000 firmas contra el aborto recogidas a través de la petición online lanzada antes del comienzo de esta reunión anual. En ella se pedía a los delegados que no apoyasen el aborto, la ideología de género y la educación sexual a menores como algo beneficioso para la mujer.
En declaraciones a Current News, Ann Kioko ha comentado sobre el autobús: “Está mandando un mensaje muy claro en nombre de los niños no-nacidos, que tienen que dejarlos vivir”.
CitizenGO en el objetivo de los proabortistas
El pasado 13 de marzo, segundo día de la CSW, la organización de George Soros Open Democracies publicaba en su web un artículo titulado “Los fundamentalismos religiosos y de mercado amenazan la igualdad de género en la cumbre de Naciones Unidas”. En dicho texto se apuntaba a CitizenGO como una de las “grandes organizaciones, ruidosas y ultraconservadoras de la sociedad civil”.
Ante esta declaración, el presidente de CitizenGO, Ignacio Arsuaga ha respondido que el hecho de que “los enemigos de la familia en el mundo nos señalen es un privilegio. Es señal de que los que quieren destruirla nos tienen en cuenta y tienen en cuenta a los diez millones de personas a los que damos voz”.