Monseñor José Cobo participa en un diálogo en una parroquia madrileña con líderes de distintas religiones para comentar el documento firmado en febrero por el Papa Francisco y el imán Ahman Al-Tayyeb
«La fe de nuestras distintas tradiciones tiene un potencial enorme en este mundo que está en guerra y dividido, un potencial que no apunta solamente a construir la paz a largo plazo, sino también a capacitarnos para ver en el que tenemos al lado, venga de donde venga, a un hermano», dijo el obispo auxiliar de Madrid José Cobo el miércoles durante un encuentro organizado por la Asociación Amistad y Encuentro Interreligioso (AAEI) en el Aula Juan Pablo II de la Basílica de Nuestra Señora de la Concepción.
Durante el encuentro, distintos líderes religiosos comentaron el Documento sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común, firmado en Abu Dabi el pasado 4 de febrero por el Papa Francisco y Ahman Al-Tayyeb, gran imán de Al-Azhar. Así, además de monseñor Cobo, ofrecieron su aportación Miguel García-Baró, presidente de AAEI y profesor de la Universidad de Comillas; Riay Tatary, presidente de la Comisión Islámica de España e imán de la Mezquita Central de Madrid; Mario Stofenmacher, encargado de asuntos rabínicos de la Comunidad Masortí Bet-El de Madrid; y Alfredo Abad, pastor y presidente de la Iglesia Evangélica Española.
«La fe que tenemos nos permite descubrir en el otro a un hermano y ponernos juntos en marcha. Esto nos lleva a sacar experiencias que no salen en televisión pero que están en las calles de nuestros barrios, donde se puede respirar de otra manera. Eso es alentador y un motivo de esperanza», dijo el obispo auxiliar de Madrid.
«En el documento queda claro que las religiones no son un problema, son la solución para este mundo. La experiencia de nuestras tradiciones está llamada a crear un espacio nuevo, de cercanía y de amistad, en el que no se trata de separar lo verdadero de lo falso, sino que estamos en otro nivel», añadió.
Por este motivo, al analizar la violencia en el mundo actual, Cobo destacó que «las religiones tienen un potencial maravilloso. El mundo a veces intenta que los senderos religiosos se opongan, pero el documento del Papa y del imán Ahman Al-Tayyeb nos llama a no caer en la trampa». En realidad, el texto «se atreve a condenar la violencia y desde ahí se lanza una propuesta para extender los valores de hermandad y convivencia».
Concretamente, esta propuesta consiste en «tres círculos concéntricos: el diálogo, las acciones y el silencio», explicó Cobo. El diálogo «es difícil, es verdad, pero nos sitúa en un contexto nuevo de empezar a crear un espacio que llama a la convergencia y al abrazo». Por otra parte, las acciones concretas «son una llamada a nuestro mundo y a la violencia que palpamos a veces, porque nuestras tradiciones ponen en el centro en el hombre para promover el encuentro de los corazones». Y por último, el silencio, «porque solo en este caldo de cultivo se puede macerar el diálogo».
Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Foto: Asociación Amistad y Encuentro Interreligioso