La última Puerta Santa en cerrar será la de la Basílica del San Pedro, el 20 de noviembre
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El domingo, 13 de noviembre, se efectuó el cierre de las Puertas Santas de las basílicas papales en Roma.
Y de la misma forma sucedió con todas las Puertas Santas abiertas en todo el mundo durante este Año Jubilar de la Misericordia.
La última Puerta en cerrar será la de la Basílica de San Pedro, el 20 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey. De este modo concluirá el Jubileo de la Misericordia.
Según los datos oficiales de la páginas web de Jubileo, en este año han llegado a Roma más de 20 millones de peregrinos.
El papa Francisco deseaba que este Jubileo extraordinario se viviera en todas las iglesias locales y de ahí la decisión de abrir Puertas Santas por todos los rincones de la tierra.
En una carta previa a la apertura del Año Santo, el Pontífice recordaba que para vivir y obtener la indulgencia los fieles están llamados a realizar una breve peregrinación hacia la Puerta Santa, abierta en cada catedral o en las iglesias establecidas por el obispo diocesano y en las cuatro basílicas papales en Roma, “como signo del deseo profundo de auténtica conversión”. Igualmente dispuso que se puediera ganar la indulgencia en los santuarios donde se abra la Puerta de la Misericordia y en las iglesias que tradicionalmente se identifican como Jubilares.
Además, subrayaba que es importante que este momento esté unido, ante todo, “al sacramento de la reconciliación” y a la “celebración de la santa eucaristía con un reflexión sobre la misericordia”. Es necesario acompañar estas celebraciones con “la profesión de fe” y con la oración por el Santo Padre y por su intenciones.
Imagen: El Papa abre la Puerta Santa en la basílica de San Pedro por el Jubileo de la Misericordia
(Foto de archivo © Osservatore Romano)