Frente a la algarabía eufórica gubernamental que suele presentar sus «logros» con «vitola histórica», se alza la realidad económica de un país en pre recesión y fracaso. Datos oficiales: durante el pasado año el número de procesos concursales, esto es, empresas en quiebra y derribo, aumentó un 24 por ciento en dígitos nacionales con especialmente incidencia en la económicamente soberbia Cataluña, donde uno de cada cuatro corresponde a ese territorio.
Sin empresa, no hay empleo; sin empleo no hay progreso; sin progreso impera la miseria. Y que vengan las señoras Calviño y Díaz a contarnos milongas. La distancia entre la España oficial/sanchista y la España de la pobreza en aumento es cada vez mayor, se pongan como les dé la real y democrática gana. Especialmente grave es el tema del desempleo juvenil. De Cada diez jóvenes europeos en el desempleo activo, es decir, en busca de trabajo, cuatro de ellos tienen la nacionalidad española. Cifras ofrecidas por Eurostar (la propia Comisión) que siempre tendrá mucha más credibilidad que lo que diga la vicepresidenta del Desempleo.
Sucede todo ello por razones simples y muy fáciles de comprender. España es uno de los países de la UE cuyo gobierno es el que menos confianza suscita entre los inversores. Sin confianza y, por ende, sin inversión no se crean empresas y sin estas no hay empleo productivo que se precie. Cosa distinta es que desde los gobiernos se ponga en marcha la maquinita del empleo público y sus resultados se presenten como si ese trabajo fuese producto de la llamada “economía productiva”. Se comprende la desconfianza ante el futuro inmediato respecto al marchamo de la economía del país, a pesar de todas las campañas de intoxicación puesta en marcha por un Gobierno manirroto.
El Gobierno Sánchez tiene enorme interés en distraer la atención del respetable en aquellos asuntos en el que es consumado especialista: Guerra Civil, Franco, gays y lesbianas, derechos por aquí, más derechos por allá. Pero si la economía no funciona y la legión de famélicos y desamparados es cada vez mayor no habrá dios que ponga cota al desvarío permanente.
Al pueblo que padece no le retrata Tezanos y si se me apura ninguna otra encuesta. El pueblo se hace la foto en las urnas presenciales y en las papeletas de voto. Es por ello, que este modesto escribidor tiene tanto interés en su veredicto del próximo 28-M, antesala de lo que vendrá a continuación.
GRACIANO PALOMO
Publicado en okDiario
Domingo 15 de enero 2023