En la seguridad de que seguirán mandando en este país al menos por algún tiempo más, los más conspicuos sanchistas que aspiran a heredar una mejor posición en el trono público andan intentado acongojar a los empresarios respecto a que se anden con cuidado en su oposición al régimen de poder instaurado por el niño de Tetuán, Pedro Sánchez.
A la mayor parte de los empresarios con empresas en activo no les llega la camisa al cuello ante el panorama que se les presenta una vez confirmada la posibilidad de reválida de Sánchez y sus cuates. Los empresarios catalanes y vascos tienen la certeza de que los que corten el bacalao en el próximo Gobierno no serán los socialcomunistas, sino más bien los socios independentistas y nacionalistas; sobre todo, aquellos que tienen cierto ascendiente en Junts y en el Partido Nacionalista Vasco (PNV).
Al igual que hicieron en sus años mozos los dos ex primeros ministros socialistas, González y Zapatero, Sánchez se apresta a poner encima de la mesa el poder de la SEPI, dinero público hecho Sociedad Estatal de Participaciones Industriales. Una larga mano del Gobierno para intervenir en las empresas, por si fuera necesario intervenir con ese dinero en aquellas grandes empresas privadas que tengan la tentación de andar su camino obviando las indicaciones del poder político. Y así se ha hecho saber a los empresarios que andan en tal situación.
Hemos avanzado poco. El Gobierno que tiene bajo su manto al resto de los poderes del Estado, la gran capacidad comunicativa pública y privada necesita extender su manto sin demasiados aspavientos al tejido productivo. Control y más control; amenaza tras amenaza, hasta pasar por el aro.
¿Sirve de algo Europa? No. ¿Puede parar los pies la UE al leviatán político que nos circunda? Podría, pero no quiere.
Este es el panorama que nos aguarda. No son espejismos. Es pura y desgraciada realidad andante.
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario.
4 de noviembre 2023.