Intervención de Mons. Ivan Jurkovič en la ONU
(ZENIT).- “El genoma humano en su estado natural no puede dar lugar a beneficios pecuniarios” y “apoyamos el que no se concedan patentes sobre formas de vida, incluyendo la de seres humanos”, afirmó el arzobispo Ivan Jurkovič.
El Representante Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas y Otras Organizaciones Internacionales en Ginebra, intervino el 21 de marzo ante el Comité Intergubernamental de Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimientos Tradicionales y Folclore (CIG), de la OMPI, Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.
Texto completo de la alocución de Monseñor Ivan Jurkovič
Señor Presidente:
Dado que esta es la primera vez que mi delegación se encuentra aquí, permítame comenzar felicitándole por su elección como presidente , y por facilitar el trabajo realizado hasta ahora.
El patentamiento de formas de vida puede servir a veces como una herramienta de sustento de biotecnologías que exigen tanto desde el punto de vista ético, como desde la perspectiva de un sistema de propiedad intelectual favorables al desarrollo.
En relación a la vida humana, el artículo 4 de la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos de la UNESCO, 1998, declara que ‘El genoma humano en su estado natural no puede dar lugar a beneficios pecuniarios’, mientras que el artículo 21 del Convenio para la protección de los Derechos Humanos y la Dignidad del Ser Humano con respecto a las Aplicaciones de la Biología y la Medicina expresa que ‘El cuerpo humano y sus partes, como tales, no deberán ser objeto de lucro’.
De igual forma, la Declaración de las Naciones Unidas sobre Clonación Humana, reconoce los problemas éticos que algunas aplicaciones de las ciencias biológicas en rápida evolución pueden plantear con respecto a la dignidad del género humano, los derechos humanos y las libertades fundamentales de la persona, e insiste que los Estados habrán de adoptar todas las medidas necesarias para proteger adecuadamente la vida humana en la aplicación de las ciencias biológicas. Por esta razón, el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio, otras reglas de la Organización Mundial del Comercio y todo comercio internacional, regional y bilateral y acuerdo sobre derechos de propiedad intelectual no deben reducir ni sobreestimar la capacidad de los Estados de gobernar sobre aspectos de la propiedad intelectual relacionados con la vida humana y su dignidad.
El control simplemente comercial de la producción y distribución de nuevas formas de vida puede afectar tanto la seguridad alimentaria como perspectivas de progreso en países en desarrollo y subdesarrollados. Intereses privados monopólicos no deberían primar por sobre la calidad de los recursos biológicos de los cuales se derivan los requerimientos básicos médicos y alimenticios para la vida humana. Un enfoque inclusivo de los derechos de propiedad intelectual no debe ignorar la grave problemática económica, ecológica y ética sobre el patentamiento de vida, dado que dicha acción impactará negativamente en los derechos del consumidor, la conservación de la biodiversidad, la protección del ambiente, los derechos de los indígenas, la libertad científica y académica, y en el fondo, en el desarrollo económico de muchos países en desarrollo, en tanto dependa de nuevas tecnologías.
Considerando el Preámbulo, apoyamos el que no se concedan patentes sobre formas de vida, incluyendo la de seres humanos.
Gracias, señor Presidente”
Enrique Soros
Imagen: Mons. Ivan Jurkovic,
Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU
(© Vatican Media)