El proyecto busca la promoción de oportunidades de empleo para los iraquíes desplazados
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Los fondos recogidos en el pabellón de la Santa Sede en la Exposición Universal – Milán 2015, por voluntad del Santo Padre, serán destinados al proyecto “Promoting job opportunities for displaced Iraqis in Jordan” (La promoción de oportunidades de empleo para los iraquíes desplazados en Jordania). El proyecto será realizado por Cáritas Jordania en el Centro Santa María de la Paz de Amán. La cifra destinada a la iniciativa es de 150 mil dólares, ofrecidos libremente por los numerosos visitantes del pabellón de la Santa Sede en la Expo de Milán 2015.
El proyecto, presentado por el Pontificio Consejo Cor Unum, que lo ha valorado en colaboración con el Pontificio Consejo de la Cultura, pretende cumplir el deseo del Santo Padre de utilizar lo recaudado en el pabellón a favor de los sectores más débiles que están sufriendo las consecuencias de la guerra en Siria e Irak. Es decir, los refugiados, sus familias e hijos, que un gran número se encuentran hoy en Jordania.
Tal y como indica el comunicado distribuido hoy por Cor Unum, Jordania es uno de los principales países de acogida: 130 mil son por el momento iraquíes (casi 1’3 por ciento de la población), más de 1 millón 300 mil, sirios. “La cifra aumenta si se considera también a aquellos que no han sido todavía registrados por las Naciones Unidas”, precisa el comunicado.
Asimismo, se indica que el director de Cáritas Jordania, Wael Suleiman, ha dicho que a pesar del compromiso de la Iglesia local y de las autoridades gubernamentales, sigue siendo extremadamente difícil para los refugiados encontrar trabajo: “Muchos lo buscan para vivir con más dignidad, a menudo sin tener contratos. Pero el mercado no ofrece muchas oportunidades”.
El dicasterio vaticano explica que el proyecto servirá “para asegurar un trabajo retribuido regularmente a 15 refugiados iraquíes, dándoles empleo en la producción de conservas y en el cultivo y venta de aceite y verduras”. Además de los 15 trabajadores, se beneficiarán también los relativos núcleos familiares, que serán así capaces de mantenerse por sí mismos. “El proyecto dará también un recorrido de formación profesional de carpintería, agricultura e industria alimenticia para unos 200 iraquíes, y gracias al compromiso de trabajadores ocasionales serán ayudados unos 500 iraquíes al año”, explica el comunicado. La cantidad asignada cubrirá las gastos para los primeros seis meses, mientras la fase de auto-manutención debería iniciar inmediatamente después gracias a lo recaudado por la venta de los productos.
El proyecto será inaugurado el 12 de mayo en presencia del subsecretario del Pontificio Consejo Cor Unum, monseñor Segundo Tejado Muñoz, que viajará a Amán del 11 al 13 de este mes.
Rocío Lancho García