Tanto en Congo como en Sudan del Sur los jesuitas interpelaron al Papa sobre una posible dimisión.
(ZENIT Noticias / Roma, 16.02.2023).- Han sido dos los encuentros con miembros de la Compañía de Jesús en la reciente visita del Papa a África: la primera en Congo con 82 jesuitas y la segunda en Sudán del Sur con 11 jesuitas. Y en ambas hubo una pregunta común: la dimisión del Pontífice. Las preguntas han sido directas y sin miramientos. «Se ha hablado de su posible dimisión», introduce un jesuita en Cogo, para luego lanzar la pregunta: «¿Es realmente su intención dejar el ministerio petrino? ¿Y el General de la Compañía? En su opinión, ¿su cargo debería ser vitalicio?». En Sudán del Sur la pregunta no fue menos directa: «¿Está pensando en dimitir?», interpelan sin más.
A esta segunda pregunta dijo el Papa: «No, no se me ha pasado por la cabeza. Sin embargo, he escrito una carta y se la he entregado al cardenal Bertone. Contiene mi renuncia en caso de que no esté en condiciones de salud y conciencia para poder renunciar. Pío XII también escribió una carta de renuncia por si Hitler lo llevaba a Alemania. Entonces dijo que capturarían a Eugenio Pacelli y no al Papa».
En realidad el Papa ya había aludido a esto en una de las entrevistas que ha dado. Pero es significativo que la pregunta esté en el imaginario colectivo, incluso de religiosos de la congregación de la que él fue parte. ¿Qué les dijo a los religiosos en Congo? El Papa contestó: «Mire, es verdad que escribí mi renuncia dos meses después de mi elección y entregué esa carta al cardenal Bertone. No sé dónde está esa carta. Lo hice por si tengo algún problema de salud que me impida ejercer mi ministerio y no soy plenamente consciente para dimitir. Sin embargo, esto no significa en absoluto que la renuncia de los Papas deba convertirse, digamos, en una “moda”, en algo normal. Benedicto tuvo el valor de hacerlo porque no tenía ganas de seguir a causa de su salud. Esto no está en mi agenda por el momento. Creo que el ministerio del Papa es ad vitam. No veo ninguna razón para que no sea así. Piensa que el ministerio de los grandes patriarcas es siempre vitalicio. Y la tradición histórica es importante. Si, por el contrario, hacemos caso a los “chismes”, ¡pues habría que cambiar de Papa cada seis meses!».
El Papa también habló sobre el prepósito general de los jesuitas: «Sobre la Compañía de Jesús: sí, en esto soy ‘conservador’. Debe ser para toda la vida. Pero, por supuesto, se plantea la misma cuestión que con el Papa. El Padre Kolvenbach y el Padre Nicolás, los dos últimos Generales anteriores, se marcharon por motivos de salud. Creo que también es importante recordar que una de las razones del generalato vitalicio en la Compañía es evitar cálculos electorales, facciones, charlatanería…».
Imagen: Papa Francisco y los Jesuitas de la República Democrática del Congo
( Foto: Antonio Spadaro; Civilta Cattolica)