Anula una orden de la Junta por la que se rebajaba la carga lectiva en Primaria
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía acaba de anular la orden de la Junta de Andalucía por la que reducía la carga lectiva de la Religión de 90 a 45 minutos semanales, dando así la razón a los obispos andaluces, que la habían recurrido junto con la asociación de profesores de Religión Apprece. Con este fallo, queda vigente el horario anterior y lo profesores de la asignatura recuperan sus horas de clase.
En el recurso, los obispos andaluces denunciaban que la orden vulneraba el artículo 27.3 de la Constitución, que consagra la obligación de los poderes públicos de garantizar el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones y por entender que en dicho horario no podía desarrollarse la asignatura, amén de haber infringido el procedimiento en la elaboración de la norma.
La orden ahora anulada rebajaba el horario de la asignatura de religión a la mitad de asignaturas como educación plástica o educación física, siendo la única que perdía su horario y quedando reducida a su mínima expresión.
En ese sentido, la sentencia apunta que la administración educativa ha prescindido de un trámite esencial en la elaboración de la norma, causando indefensión a las partes en el trámite de información pública. Por ello, declara nulo de pleno derecho la mencionada norma al haberse elaborado prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente establecido.
No es la primera vez que los tribunales devuelven a la clase de Religión a su sitio. Sucedió en Baleares hace ya algunos años, cuando el Tribunal Superior de esa comunidad paralizó el decreto del Gobierno regional y obligó a ofertar la clase de Religión en Bachillerato. O en Aragón, donde, al igual que Andalucía, los tribunales devolvieron los 90 minutos semanales a esta asignatura. Todavía quedan contenciosos por resolver como en el caso de Extremadura, donde los obispos siguen dando la batalla para que se respete el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones.
Alfa y Omega (Foto: Maya Balanya)