Es evidente que, hoy por hoy, todos somos conscientes de la grandísima importancia que el aprendizaje de idiomas tiene en la educación de cualquier niño o niña. Sin duda, esto será clave en su desarrollo académico y, por supuesto, en el futuro profesional de cualquier estudiante.
No obstante, una educación multilingüe no solo enseña idiomas, sino que abre puertas a oportunidades, culturas y experiencias únicas. Por ello, apostar por una educación multilingüe que, además, se convierta en una experiencia educativa completa que busca que los alumnos se conviertan en ciudadanos del mundo listos para destacar en cualquier entorno académico o profesional, es el mayor regalo que, actualmente, les podemos ofrecer a nuestros hijos.
¿Y si, además, vamos un paso más allá y apostamos por una educación basada en idiomas que los prepare para los exámenes que les permitirán conseguir certificados oficiales? Esto es posible ya que, en la actualidad, algunos centros que cuentan con un proyecto multilingüe enfocan el mismo a ello y esto, sin duda, representa una serie de ventajas y beneficios que será esencial en la competencia lingüística de cualquier estudiante.
Evidentemente, certificados oficiales como el de Cambridge en inglés, el DELF en francés o el Goethe-Zertifikat en alemán, son títulos reconocidos a nivel internacional y, gracias a ello, los mismo pueden abrir numerosas puertas en el ámbito académico y laboral. Debemos tener en cuenta que estos certificados no solo validan el conocimiento del idioma, sino que también ofrecen ventajas en el acceso a universidades extranjeras, becas internacionales y oportunidades de empleo en empresas multinacionales. Por ello, preparar a los estudiantes para ellos, dentro del proyecto educativo de su colegio, solo significará asegurarles un futuro exitoso y con muchísimas más posibilidades en un mundo globalizado como el que vivimos.

Por otro lado, cabe destacar que la formación en idiomas, además, va mucho más allá. A través de un currículo estructurado, los alumnos también desarrollan competencias en comprensión lectora, expresión escrita, comprensión auditiva y expresión oral, aspectos fundamentales no solo de cara a prepararse estos exámenes, sino a su trayectoria personal y profesional. Por ello, es importante que el enfoque que se dé sea integral e intercultural, teniendo en claves como el desarrollo de la competencia comunicativa, la perspectiva intelectual, la enseñanza orientada a la indagación y el pensamiento crítico o una evaluación continua y global.
Además, está demostrado que la exposición temprana y continua a una educación multilingüe facilita la asimilación natural de estructuras gramaticales y un amplio vocabulario, favoreciendo un aprendizaje mucho más efectivo y duradero.
También es importante señalar que la preparación de títulos oficiales desde el colegio también permite que los alumnos puedan familiarizarse con otro tipo de exámenes, más allá de los que realizan en sus aulas. Por ello, muchos centros educativos incluyen ejercicios específicos y simulacros de pruebas que permiten estar más preparados de cara a enfrentarse a una prueba tan importante. Además, este tipo de técnicas ayudan a reducir situaciones de estrés y fomentar la confianza de los estudiantes a la hora de enfrentarse a pruebas de este tipo.
Y, ahora bien, en términos de desarrollo personal, ¿qué beneficios aporta una educación basada en idiomas? Más allá de los beneficios académicos y futuros beneficios profesionales que esto pueda suponer, no podemos dejar de lado las múltiples ventajas que la formación en idiomas aporta también a nivel personal y emocional. Sin duda, aprender idiomas permitirá a los más pequeños fomentar habilidades cognitivas como la memoria, potenciará la resolución de problemas y la capacidad de multitarea. Por supuesto, esto también contribuirá a su capacidad cultural y el desarrollo de una mentalidad global, factores claves en una sociedad interconectada, como la que vivimos en la actualidad.
En conclusión, una educación multilingüe es mucho más que aprender a hablar otros idiomas. Es, sin duda, una herramienta de transformación personal y profesional que permitirá a los estudiantes no solo comunicarse eficazmente en diferentes culturas, sino también desarrollarán una mentalidad abierta, curiosa y lista para explorar el mundo. Si esto, además, se enfoca a la preparación para obtener certificaciones internacionales que les pueda impulsar a mejores universidades y mejores oportunidades laborales, habremos hecho, como padres y docentes, sin duda, la mejor de nuestras apuestas para garantizarles un futuro lleno de éxitos.
SARA RODRÍGUEZ
Jefa del Departamento de Lenguas Extranjeras Modernas del Colegio Europeo de Madrid