Para ayudar a los sacerdotes, catequistas y a todos los católicos que sufren las consecuencias de la violencia extremista en el país.
Los ataques yihadistas han provocado el desplazamiento de unos 2 millones de personas, entre ellos también la minoría cristiana. Más del 40% del territorio del país está fuera del control del gobierno.
Madrid, 11 de diciembre de 2024.- La Iglesia de Burkina Faso ha lanzado un grito de socorro para salir adelante en medio de la profunda crisis social que atraviesa como consecuencia de la violencia de grupos extremistas islámicos. Desde que comenzó la pesadilla, hace casi 10 años, se calcula que unas tres mil personas han perdido la vida y en torno a dos millones de desplazados internos lo han perdido todo. Un verdadero drama humanitario de enormes proporciones que se une al terror de la persecución religiosa a los cristianos.
Por todo ello, Ayuda a la Iglesia Necesitada lanza su campaña de Navidad dedicada a la Iglesia perseguida y desplazada de Burkina Faso, país que atraviesa una de las mayores crisis humanitarias del mundo. Con esta campaña, la fundación pontificia quiere ser altavoz de esta situación extrema que es invisible en la actualidad.
La violencia ha llegado a tal punto que supone una seria amenaza a la propia existencia de la nación burkinesa: a día de hoy, más del 40% del territorio de Burkina Faso está fuera del control del gobierno. Estas zonas se han convertido en refugio de grupos armados yihadistas que siembran el terror a su paso: muerte, devastación, violencia y desesperación.
José María Gallardo, director de ACN España, ha destacado que: «Con esta campaña queremos ser altavoz de esta realidad invisible para el mundo, la de la Iglesia desplazada y perseguida de Burkina Faso. Ellos son los verdaderos héroes de la fe».
La minoría cristiana del país, que supone en torno al 23% de la población, se ve directamente afectada por esta situación de violencia e inestabilidad. La persecución a los cristianos es otro de los frentes abiertos en uno de los países donde menos se respeta el derecho a la libertad religiosa en el mundo.
En este sentido, el padre Olivier Lompo, párroco de Dablo cuando ocurrió el ataque terrorista de 2019, ha afirmado que, a pesar de la persecución: «La Iglesia se desvive… Es una lucha, del bien contra el mal. Sin embargo, los tiempos difíciles van fortaleciendo nuestra fe. Nos muestran el motivo de nuestra fe. Los mártires nos han mostrado el camino, por eso no debemos tener miedo y debemos seguir adelante».
Una Iglesia desplazada y desbordada
En este contexto “apocalíptico” la Iglesia se convierte de nuevo, como en tantos otros lugares del planeta, en el “buque insignia” que acoge a las víctimas del odio y la persecución. Por ello, nos pide ayuda para el sostenimiento de sus sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos, que siguen adelante, entregando incluso hasta sus propias vidas por defender a Cristo. En la Conferencia Episcopal de Burkina Faso están abiertos más de 100 expedientes de beatificación de mártires, muchos de ellos catequistas. A pesar de la situación extrema por la violencia y el sufrimiento, la fe de los cristianos de este país africano permanece inquebrantable.
La Iglesia ha solicitado proyectos de ayuda humanitaria para cubrir las necesidades más esenciales de la población desplazada. La educación de los niños y jóvenes también es clave para el desarrollo en paz de la sociedad burkinesa. Consciente de ello, ACN quiere ayudar a financiar proyectos para la escolarización de los más jóvenes con los que, además, se quiere abrir una ventana de esperanza para ellos y evitar que caigan en las garras de los terroristas, que les ofrecen dinero y poder a cambio de unirse a sus filas.
Pocos medios y sacerdotes perseguidos
Otro de los frentes abiertos para los cristianos en Burkina Faso es la necesidad urgente de apoyo a la pastoral de los desplazados. Por ello, los obispos locales han solicitado a ACN proyectos de ayuda en este sentido. La Iglesia burkinesa lo ha perdido prácticamente todo como consecuencia del zarpazo yihadista: desde sus templos parroquiales o el material catequético, hasta el propio sustento de sus sacerdotes y catequistas. Ellos también se han convertido en desplazados como el resto de la población. Por ello, entre los proyectos que apoya esta campaña se encuentran el sostenimiento del clero por medio de estipendios de Misas, así como el apoyo a los catequistas y a su misión pastoral. También hay ayudas destinadas a la movilidad geográfica de la pastoral a través de la compra de vehículos, por el problema de la inseguridad y el mal estado de las carreteras.
De esta forma, Ayuda a la Iglesia Necesitada sale al encuentro de la Iglesia que sufre necesidad y persecución en Burkina Faso y responde a la llamada de socorro de la Iglesia local.
FUENTE: AYUDA A LA IGLESIA NECESITADA