Entrevista del Papa Francisco en el ‘Eco di Bergamo’
(ZENIT).- “La Iglesia está llamada a servir al hombre como tal y no solo a los católicos”, dice el Papa Francisco en una entrevista en el periódico ‘Eco di Bergamo’, con motivo de la devolución de los restos de Juan XXIII – Angelo Giuseppe Roncalli – en su tierra natal, en Sotto il Monte, del 24 de mayo al 10 de junio de 2018.
El Papa recibe a Juan XXIII como un hombre “que no conocía la palabra enemigo”, que “siempre buscando lo que une”, consciente de que “la Iglesia está llamada a servir al hombre como tal y no sólo a los católicos; para defender por encima de todo y en todas partes el derecho de la persona humana y no sólo las de la Iglesia Católica”.
El Papa Roncalli, agrega en la entrevista resumida por ‘Vatican News’, “nos invita a mirar lo que realmente importa”: “este crucifijo que había puesto sobre su cama, con el que habló y que él estaba escuchando, mirando y sintiéndose mirado. Por lo tanto, “el cristianismo no es un ideal a seguir, una filosofía a seguir o una moralidad para aplicar”, sino “un encuentro con Jesucristo que nos hace reconocer su presencia en la carne de los hermanos y hermanas”.
“La Iglesia es por su naturaleza misionera”, insiste el Papa, y debe “salir” si no quiere que su misión se reduzca a “difundir una ideología religiosa” o a “proponer una ética sublime”, con “verdades frías” o “adoctrinamiento con métodos cuestionables”. La misión de la Iglesia, “es Jesucristo quien continúa evangelizando”, convirtiéndose en “nuestro contemporáneo”.
El Papa Francisco exhorta a abandonar “el cómodo criterio pastoral de ‘uno siempre ha hecho así’ repensando juntos los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos de evangelización” para “llegar a la periferia del malestar, sufrimiento, ignorancia, pecado”.
La verdadera acogida debe ser “totalmente desinteresada”, continúa. Ante la “barbarización de la sociedad”, nos invita a vivir “la lógica de la comunión”: “el antídoto contra la mentira es la gente, no las estrategias”.
Refiriéndose a la encíclica Pacem in terris (11 de abril de 1963), el Papa señala que “hoy hay más guerras que entonces … luchamos con armas, incluso menos visibles, siempre guiadas por mecanismos de abuso de poder”.
Durante la entrevista, el Papa denunció “una explotación indiscriminada de los hombres y de los recursos de la naturaleza”. Compromisos en este sentido que no pueden “solo ser palabras”, sino sobrepasar concretamente “cualquier forma de egoísmo, individualismo, intereses grupales, en todos los niveles”.
Destaca el interés del sínodo sobre los jóvenes en octubre próximo: “la sociedad necesita a los jóvenes, al igual que la Iglesia”. Menciona el desempleo juvenil que es “un pecado social y la sociedad es responsable de ello”. “Una verdadera cultura del trabajo no significa solo saber cómo producir, sino ponerse en contacto con modelos de consumo sostenible”, dice el Papa: reducir el trabajo para el consumo significa vender “la dignidad, el respeto, el honor, la libertad”.
Sobre el papel de las religiones, el Papa afirma que la ecuación entre el Islam y el terrorismo es “una mentira y una estupidez”, y alienta a “una verdadera educación”.
Finalmente, sobre el futuro del cristianismo en Occidente, subraya que “hay más motivos de preocupación que razones de esperanza”, sin embargo, “el cristianismo” tiene en si la fuerza para regenerarse en su naturaleza evangélica”. “El futuro cristianismo será más concretamente evangélico, universal, plenamente eclesial, respetuoso de las culturas, de África, de Asia, de América Latina … o faltará de pertenencia”, dice, exhortando al “primado a la caridad, al compromiso con la justicia, a la paz”.
Anne Kurian
© Traducción ZENIT, Raquel Anillo