Jacoba Ferrándis y Margarita Pau fundaron en el siglo XIV dos hospicios para peregrinos en Roma. Con el tiempo se convirtieron en la iglesia de los españoles, de cuyo título tomará posesión el cardenal Cobo el domingo.
1 de febrero 2024.- Peregrinar a Roma en la baja Edad Media podía costarte la vida. El camino estaba sembrado de maleantes y ladrones. En no pocas ocasiones, los forasteros eran víctimas de robos y otras formas de violencia, cuando no contraían alguna enfermedad. En este contexto de penurias y devoción, dos españolas se lanzaron a dar cobijo a los peregrinos de la Corona de Aragón que llegaban desfallecidos a la gran urbe. En 1354, la barcelonesa Jacoba Ferrándis fundó en el corazón de los Estados Pontificios el Hospital de San Nicolás. Nueve años más tarde, la mallorquina Margarita Pau creó un hospicio similar llamado Santa Margarita. «Eran laicas, con un cierto estatus económico. No tenían herederos y decidieron donar todos sus bienes para esta misión asistencial. Jacoba donó dos inmuebles y Margarita, tres», asegura la profesora del departamento de Historia del Arte de la Universidad de Valencia Isabel Ruiz Garnelo, que ha dedicado los últimos cinco años a recomponer su memoria. Una tarea enrevesada, porque la mayor parte de las fuentes documentales de esa época han desaparecido.
No hay que imaginar la holgura de un hospital moderno. El hospicio de San Nicolás, por ejemplo, podía dar cobijo como mucho a 18 personas. Ni siquiera había médico. Sin embargo, «contaba con una capilla dedicada al mismo santo, lo cual testimonia la importancia que para aquella sociedad tenía el cuidar tanto del cuerpo como del espíritu». Ello implicaba, por ejemplo, que «pudieran descansar o tener una higiene mínima. Los documentos hablan de la necesidad de que se limpien las sábanas o de que coman bien», incide la historiadora, que ha buceado en varios archivos de la capital italiana. Jacoba y Margarita decidieron desprenderse de todo para dedicarse a los últimos. Un modelo de caridad encomiable: «Lo que hacían a los demás, se lo hacían a Dios. El pasaje de Mateo en el que dice “lo que hicisteis con estos pequeños, conmigo lo hicisteis” aparece incluso en los estatutos de estas casas hospital», señala la profesora.
Al calor de los papados de Calixto III (1455-1458) y Alejandro VI (1492-1503), la comunidad de oriundos de la Corona de Aragón en Roma fue creciendo y estos refugios de hospitalidad dejaron de ser suficientes. En 1506 se fundó la cofradía de Nostra Dona de Montserrat, con un número abultado de miembros. «Eran 450 hombres y poco más de 100 mujeres hasta 1522», describe. Esta comunidad floreciente adquirió varios terrenos donde se construyó un nuevo hospital y una iglesia proyectada por el arquitecto Antonio da Sangallo. Así nació la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat, de cuyo título tomará posesión el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, el próximo domingo. Su rector, don José Jaime Brosel Gavilá, sigue hoy ocupándose de acoger a peregrinos.
Fechas clave
• 1495. El Papa Alejandro VI fusiona los dos hospicios en una sola fraternidad bajo el patrocinio de la Virgen de Montserrat
• 1506. Fundación de la cofradía de Nostra Dona de Montserrat
• 1518. Colocación de la primera piedra de la iglesia y hospital de Nostra Dona de Montserrat
VICTORIA ISABEL CARDIEL C.
Alfa y Omega
Imagen: Peregrinos de viaje llegan a Roma. Siglo XIV. Crónicas Sercambi. Archivo Nacional de Lucca (Italia).
(Foto: Archivo Nacional de Lucca).
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