El secretario de Relaciones con los Estados del Vaticano ha ensalzado el trabajo de la Agencia Internacional de Energía Atómica «en las esferas de la salud humana, el agua y el medio ambiente, el cambio climático, la seguridad alimentaria y la agricultura inteligente», que «han contribuido significativamente al alivio de la pobreza y a la capacidad de los países para alcanzar sus objetivos de desarrollo de manera sostenible».
Frente al uso de la energía atómica para la elaboración de armas nucleares, el Vaticano ha ensalzado el trabajo de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) que «contribuye a fomentar el desarrollo humano integral, promoviendo la cooperación técnica en las ciencias nucleares, sus aplicaciones y favoreciendo la utilización de las tecnologías nucleares con fines pacíficos».
Así se ha expresado durante la 63 conferencia general de la AIEA en La Haya monseñor Paul Richard Gallagher, secretario de Relaciones con los Estados del Vaticano, quien además ha subrayado la utilidad de las tecnologías nucleares para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
«De hecho, los proyectos de cooperación técnica del AIEA en las esferas de la salud humana, el agua y el medio ambiente, el cambio climático, la seguridad alimentaria y la agricultura inteligente han contribuido significativamente al alivio de la pobreza y a la capacidad de los países para alcanzar sus objetivos de desarrollo de manera sostenible», ha asegurado Gallagher.
Controlar a Irán y Corea del Norte
Por otro lado, el secretario también ha abogado por continuar el diálogo y la vigilancia sobre Irán y Corea del Norte. Respecto a Teherán, Gallagher confirmó el apoyo de la Santa Sede por la verificación y vigilancia de los compromisos adquiridos por el país en el Plan de Acción Integral Conjunta –que preveía la eliminación de las reservas de uranio enriquecido– después de que el plan se haya visto cuestionado en las últimas semanas.
Asimismo, la Santa Sede apoya, según Richard Gallagher, los esfuerzos «continuos y pacientes» de la comunidad internacional para relanzar las negociaciones sobre el programa nuclear de Corea del Norte, que «amenaza la integridad del régimen de no proliferación».
Relegar al pasado los ensayos nucleares
Las declaraciones de Gallagher se suman a las pronunciadas recientemente por el observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, el arzobispo Bernardito Auza, que el pasado 9 de septiembre –Día Internacional contra los Ensayos Nucleares– dijo que «hoy es una ocasión para que la comunidad internacional vuelva a comprometerse a hacer todo lo necesario para garantizar que los ensayos nucleares queden definitivamente relegados al pasado».
Alfa y Omega
(Foto: Vatican News)