El patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, considera que la tregua es frágil, pero «un paso necesario». Las tres rehenes, Romi, Emily y Dorom, ya están en Israel. Por su parte, Tel Aviv liberará a 90 detenidos palestinos de los que 69 son mujeres y 21 menores.
20 de enero 2025.- El patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, en una entrevista concedida al diario italiano Avvenire, intenta mostrarse realista sobre las expectativas que se presentan ante el acuerdo entre Israel y Gaza. Recuerda que «la guerra ha terminado, pero no el conflicto». No obstante —explica— «la tregua es un paso necesario». «Entre la población se percibe un sentimiento de liberación, del fin de este terrible período. Estamos contentos, aunque nos encontramos ante una tregua muy frágil que todavía tiene muchos obstáculos por delante», indica.
Para el patriarca es necesario que se alienten estos pasos, pese a las muchas dificultades que se pueden presentar. En similares términos se expresa, en el mismo medio, el padre Ibrahim Faltas, vicario de la Custodia de Tierra Santa.
Una guerra absurda
Subraya que no hay que perder de vista que «el acuerdo se basa en un frágil equilibrio y no tiene bases muy sólidas». Lamenta que en él no se hable ni de respeto a la vida ni de atención a las personas ni de perdón. En cualquier caso, el franciscano celebra el alto el fuego —«las armas han callado y eso ya es mucho»— como un comienzo que «da esperanza para emprender nuevos pasos en el camino hacia la paz». Recuerda que, en estos quince meses, mientras no se alcanzaba ningún acuerdo, «en Gaza seguía muriendo gente, los rehenes no volvían a casa y los jóvenes soldados estaban perdiendo la vida en una guerra absurda».
Ver el mar
Desde la parroquia de Gaza, el padre Gabriel Romanelli ha hablado para los medios vaticanos. Destaca que la esperanza ha crecido en estas últimas horas, que «la gente está empezando a pensar en vivir». Explica que los refugiados en la parroquia de la Sagrada Familia están deseando volver a su casa o donde estaba su casa: «Claramente se siente el alivio, la gente está pensando en cómo reconstruir sus hogares, en cómo retomar el rumbo de sus vidas, pero todavía hay incertidumbre». El sacerdote cuenta que todos están muy cansados, pero que algunos, los pescadores especialmente, quieren ir a ver el mar, aunque sea invierno y haga frío.
El párroco de Gaza se alegra de que vayan a entrar 600 camiones diarios con ayuda humanitaria, pero insiste en que se necesitará mucho más ya que «Gaza está completamente destruida». «En general hay un clima de serenidad, una paz, pero hay que pensar día a día, habrá mucho que hacer y la Iglesia estará siempre cerca de la gente con necesidades materiales y espirituales», asegura Romanelli.
Ayer, como todas las tardes, volvió a hablar con el Papa por teléfono. Francisco les dijo que estaba muy contento de que la paz esté llegando a Gaza. «Esa frase nos tocó a todos. Sabemos que la tregua no es sinónimo de paz, pero, como dice el Papa Francisco, la paz está llegando», sentencia el sacerdote.
Liberadas las primeras rehenes israelíes
El acuerdo ha comenzado con tres horas de retraso, pero se ha materializado. Después de 471 días en manos de Hamás en la Franja, Romi Gonen, Emili Damari y Doron Steinbrecher se encuentran ya en territorio israelí. Son las primeras tres liberadas de este alto el fuego. A cambio de ellas, Israel liberará de sus prisiones a 90 personas. Son 69 mujeres y 21 menores de edad. Israel excarcelará a unas 737 personas durante esta primera fase del acuerdo. Por su parte, Hamás liberará progresivamente a los rehenes durante las próximas seis semanas.
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