El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social publica el último balance de listas, con datos de junio de 2019.
Con 46 días de demora media, los madrileños esperan menos de la mitad del tiempo que el resto de españoles, que aguardan 115.
En consultas, con 35 días, Madrid es la segunda comunidad con el tiempo medio de espera más bajo, cuando la media nacional es de 81.
La Comunidad de Madrid vuelve a situarse en el conjunto de España como la región con una espera más baja para operarse. En concreto, los madrileños aguardan una media de 46 días cuando se trata de una operación de cirugía no urgente, menos de la mitad del tiempo que el resto de españoles, que deben esperar una media de 115 días. Estos datos los ha publicado el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en el informe del Sistema de Información de Listas de Espera del Sistema Nacional de Salud, con datos de junio de 2019.
En consultas, la Comunidad de Madrid se sitúa como la segunda comunidad autónoma con la espera media más baja, con 35 días, al igual que La Rioja, y solo por detrás del País Vasco, con 23 días. La demora media nacional en acceder a una consulta con el especialista se sitúa en 81 días.
La Comunidad de Madrid, a través de la Consejería de Sanidad, ha hecho un esfuerzo en los últimos años para ordenar la lista de espera quirúrgica gracias a la actividad extraordinaria en tardes y fines de semana, y ha reducido muy significativamente el grupo de pacientes que más tiempo esperan por rechazo a una derivación a otro hospital. En diciembre de 2015, ese grupo de pacientes representaba el 42,5% del total y ahora representan solo el 13,5%.
No obstante, la Consejería de Sanidad está trabajando en un nuevo plan de mejora de las listas de espera para continuar reduciendo los tiempos de las cirugías, consultas con un especialista y realización de pruebas diagnósticas. Con este nuevo plan, que se desarrollará en los próximos años, el Servicio Madrileño de Salud quiere que la espera para consultas y pruebas diagnósticas se reduzca por encima un 50 por ciento y disminuir la espera media dentro de las intervenciones quirúrgicas, que son siempre las no urgentes, ya que las urgentes no computan en este ámbito.