En la operación ha colaborado el Cuerpo de Agentes Forestales con el personal de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
AEMET ha impartido formación a los forestales de las comarcas donde pueden producirse desprendimientos.
El Cuerpo de Agentes Forestales está compuesto por 240 especialistas, que realizan diversas funciones en el ámbito del medio natural.
Los agentes forestales de la Comunidad de Madrid han iniciado, en colaboración con el personal de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la campaña para la Previsión de Aludes de la Sierra de Guadarrama. Este apoyo, que se desarrolla todos los inviernos desde el año 2009, cuenta con dos líneas de actuación por parte de los participantes.
Por un lado, los agentes forestales recogen datos y realizan un informe diario sobre la situación de tres fenómenos meteorológicos: niebla, nieve y tormentas. Por otra parte, en el entorno de Peñalara, gracias a la colaboración establecida con la AEMET, los agentes forestales hacen una serie de catas en el manto nivoso. Los resultados obtenidos se utilizan para que la agencia publique su informe de riesgo de aludes.
Desde el principio de su colaboración, AEMET ha impartido formación a los agentes forestales de las comarcas donde pueden producirse desprendimientos. Estas regiones son Peñalara (I), Parque Regional de la Cuenca Alta de Manzanares – Oeste, Parque Regional de la Cuenca Alta de Manzanares – Norte y la zona de la comarca de Lozoya. Los cursos tratan fundamentalmente sobre nieve y aludes.
La Dirección General de Emergencias de la Comunidad de Madrid ha hecho pública una serie de recomendaciones de cara a la producción de un hipotético alud en la sierra, situación que no se ha dado este año. Entre estas recomendaciones se encuentra la de evitar la práctica de excursionismo o senderismo en zonas recién nevadas, hasta que el manto de nieve esté bien asentado. También es aconsejable evitar las laderas lisas, sin grandes rocas ni árboles y caminar por las partes altas de las laderas.
El excursionista debe tener en cuenta que las laderas contrarias a las que sopla el viento y las orientadas hacia el sol tienen mayor riesgo de aludes. En el caso de una marcha de un grupo de montañeros, se debe aumentar la distancia entre unos y otros para evitar el riesgo de que, si se produce un alud, todos queden afectados. Además, si la temperatura sube bruscamente, sobre todo en primavera, lo razonable es no transitar por los lugares con mucha nieve.
Si se percibe el desprendimiento de un alud hay que correr en sentido perpendicular a la línea de caída para salir de la trayectoria de la nieve. Si no se consigue salir, hay que intentar “nadar” para mantenerse en la superficie del alud.
240 especialistas
El Cuerpo de Agentes Forestales está compuesto por 240 especialistas que, además de las labores preventivas en la nieve, realizan funciones diversas en el ámbito del medio natural durante todo el año. Estos trabajos van desde los relacionados con la protección de la flora y la fauna al control de la caza y la pesca. También tienen entre sus objetivos el cuidado del medio natural y tareas relacionadas con el uso recreativo del monte. Uno de las trabajos más destacados es el de realizar investigaciones sobre el origen de los incendios forestales.