El consejero de Hacienda constata que la región no se beneficia de un presunto efecto de capitalidad.
Madrid es una de las comunidades autónomas de España con menos empleados públicos por habitantes.
Los tributos que generan las grandes empresas ubicadas en Madrid no repercuten en las arcas regionales.
La Comunidad aporta el 68% del total de los fondos con los que se nutre el Fondo de Solidaridad Interterritorial.
6 de febrero 2021.- La Comunidad de Madrid no se aprovecha de un presunto efecto de capitalidad, sino de una política basada en el dinamismo, la libertad económica y los bajos impuestos. Así lo ha afirmado hoy en rueda prensa el consejero de Hacienda y Función Pública, Javier Fernández-Lasquetty, que ha aportado una batería de datos que contradicen que la pujanza y liderazgo de la Comunidad de Madrid en el ámbito económico se deba a su condición de capital de España.
Uno de ellos es que Madrid es la capital de España desde el año 1561, pero no ha sido hasta ahora, bien entrado el siglo XXI, cuando se ha situado en el primer puesto del ránking regional del PIB per cápita, con 35.913 euros. De hecho, indicadores como el Valor Añadido Bruto (VAB) ponen de manifiesto el crecimiento económico de un 17% de la Comunidad desde la instauración de la democracia, frente al estancamiento de Cataluña, la otra gran economía del país.
En este sentido, el crecimiento de la Comunidad de Madrid ha sido exponencial a partir de mediados de los años 90, con gobiernos que han apostado por la libertad económica y los impuestos bajos frente al intervencionismo de etapas anteriores.
Y ha crecido, como ha señalado el consejero de Hacienda, gracias también a “las reformas de las últimas décadas basadas en aumentar la libertad económica en la región, aprovechando también el alto nivel de descentralización política y económica amparado en la Constitución”.
A esto hay que añadir que el hecho de ser capital no implica tampoco convertirse en la locomotora económica de un país, tal y como lo demuestran las economías más grandes de Occidente, con las ciudades de Washington por detrás de Nueva York, Chicago, Los Ángeles y Houston en este ranking; o Colonia, Frankfort, Múnich o Hamburgo por encima de la capital alemana, Berlín.
Menor porcentaje de asalariados públicos
El titular de Hacienda del Ejecutivo madrileño ha subrayado el error de asociar la pujanza de la Comunidad de Madrid con el hecho de albergar las sedes ministeriales y los principales órganos estatales y, por ello, acumular mayor capital humano funcionarial. Y es que, según la última EPA (cuarto trimestre de 2020), la tasa de ocupados del sector público en la región es del 19,7%, por debajo del promedio nacional, que está en el 20,89%. En este sentido, Madrid cuenta con una de las administraciones públicas autonómicas más eficientes de España en cuanto al número de empleados públicos por cada 1.000 habitantes, con 29,42.
Además, el consejero madrileño ha detallado que albergar la mayor parte de las grandes empresas radicadas en España no tiene impacto directo en clave recaudatoria, puesto que el Impuesto de Sociedades es un tributo de ámbito nacional y las arcas regionales no se ven afectadas. “Lo mismo sucede en el IVA o los impuestos especiales”, ha añadido.
En esta línea, Fernández-Lasquetty ha recordado que el sistema de financiación autonómica redistribuye los ingresos obtenidos en la Comunidad, por lo que “lejos de ser una región que detrae recursos al resto, se trata de un territorio que los aporta a las demás”. Así, Madrid es la región que más contribuye al Fondo de Solidaridad Interterritorial, concretamente el 68% del total. Además, sólo recibe el 22% de la recaudación que registra en grandes impuestos (IRPF, IVA e impuestos especiales), generando 84.400 millones de euros por estos tributos y recibiendo tan sólo 19.100.
De esta forma y tomando como referencia la última década, la Comunidad de Madrid ha aportado a este fondo 32.000 millones de euros, frente, por ejemplo, a los 11.000 de Cataluña. “No tiene sentido plantear que el efecto de capitalidad beneficie a Madrid, sino que más bien es el modelo liberal el que tiene un efecto riqueza que no sólo impulsa el desarrollo madrileño, sino que repercute en el resto de España, generando crecimiento y empleo”, ha concluido el consejero.