El IMIDRA ejecuta estas actuaciones desde 2018, en las que el Ejecutivo regional ha invertido 10 millones de euros.
El 40% de estas acciones se encuadra en Proyectos de Desarrollo Rural que implican directamente a empresas del sector.
En los tres últimos años se ha contratado a 34 investigadores, cuyos trabajos se realizan en las siete fincas experimentales del IMIDRA.
10 de enero de 2021.- La Comunidad de Madrid está desarrollando, a través del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), un total de 89 proyectos de I+D+i desde el año 2018, cuya finalidad es la de potenciar y aumentar la rentabilidad del sector rural como base para garantizar su continuidad y su desarrollo, además de ayudarle a ser más competitivo en el mercado nacional y regional.
La consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad, Paloma Martín, ha remarcado el apoyo del Ejecutivo regional “a las empresas madrileñas del sector para ampliar sus posibilidades comerciales”, un objetivo que pretende fortalecer el entorno rural madrileño.
En este sentido, Martín ha reflejado el carácter innovador de dichas investigaciones “en las que están muy presentes el carácter tradicional de las técnicas agrícolas y ganaderas para recuperar la esencia del mundo rural, además de preservar, conservar, ampliar y mejorar la biodiversidad de nuestro entorno”.
Para la ejecución de los proyectos, el Gobierno regional ha invertido un total de 10 millones de euros desde 2018 a través de los siete departamentos con los que cuenta el IMIDRA. Además, en un capítulo aparte, el Instituto ha contratado en este mismo periodo un total de 34 investigadores, entre técnicos y doctores, que colaboran de manera externa en la realización de los ensayos, junto con el personal científico habitual.
Entre las investigaciones que está llevando a cabo el IMIDRA, un 40% está incluida en los denominados Proyectos de Desarrollo Rural (PDR), puestos en marcha por el Gobierno madrileño para beneficiar al sector agrícola y ganadero de la región; otro 35% se lleva a cabo a través de la formación de los denominados grupos operativos, formados por asociaciones, productores y particulares interesados en implementar diferentes técnicas agrarias para dar soluciones a los retos del mundo agrícola; y el resto de los proyectos son de carácter propio del IMIDRA.
En todos los casos hay una estrecha colaboración público-privada que permite a los investigadores tratar la realidad del campo madrileño de primera mano y desarrollar objetivos concretos con pequeñas y medianas empresas de la región participantes en los proyectos ligados a los PDR. En total, hasta la fecha, han sido 30 las empresas colaboradoras que han formado parte de alguna investigación, de cuyos resultados se benefician directamente, y que en determinados casos se prolongará hasta 2023.
De los 89 proyectos en marcha, 29 se están desarrollando dentro del departamento de Agroalimentación; 23 en el de Agroambiental, 21 en el de Extensión Agraria; 12 en el de Agroforestal, y 4 en el departamento de Producción Animal.
Un instituto a la vanguardia
Como organismo autónomo, el IMIDRA gestiona un presupuesto anual de 23 millones de euros y posee 600 hectáreas repartidas en siete fincas experimentales de varios municipios de la Comunidad de Madrid: La Isla (Arganda del Rey); Riosequillo (Buitrago de Lozoya); Vivero (El Escorial); Colmenar Viejo (Censyra); El Socorro (Colmenar de Oreja); El Encín (Alcalá de Henares) y Sotopavera (Aranjuez) donde trabajan 300 trabajadores, incluidos investigadores y técnicos.
En ellas, se cría ganado autóctono para su mejora genética y se evita la extinción de algunas razas, se ensayan nuevos cultivos, se custodia y analiza material genético animal y vegetal propio de la Comunidad de Madrid para evitar su pérdida, se experimenta con técnicas agrícolas y se llevan a cabo cientos de pruebas en sus siete laboratorios.
Todos los proyectos e investigaciones que lleva a cabo el IMIDRA, tanto en agricultura, ganadería, forestal y ambiental están basados en la sostenibilidad como principio básico. El cambio climático, la comercialización en circuito corto de los productos de la región, el fomento de los valores de la tradición rural y, en definitiva, los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) marcados por la Unión Europea en la Agenda 2030, están presentes en todas las tareas que llevan a cabo los investigadores.