Acuerdo del Consejo de Gobierno para dar comienzo al proceso de adquisición de las vacunas.
La Consejería de Sanidad contará con 1.300.000 dosis para la campaña 2020-2021.
La campaña de vacunación comenzará en otoño y se incidirá en la vacunación de los grupos de riesgo.
28 de agosto de 2020.- La Comunidad de Madrid contará con 1.300.000 dosis de vacuna de la gripe estacional en la temporada 2020-21 tras una inversión de 7.807.155,20 euros. La compra de estas vacunas, aprobado por el Consejo de Gobierno en su última reunión, se realiza dentro de un Acuerdo Marco con el Ministerio de Sanidad, al que también están adheridas otras comunidades autónomas. Este Acuerdo permite, entre otras cosas, la fijación de precios máximos de las diferentes dosis.
Las vacunas están destinadas a la campaña anual de vacunación contra la gripe estacional que cada otoño pone en marcha la Consejería de Sanidad para prevenir tanto la enfermedad en sí como las complicaciones de la misma, especialmente en los grupos de riesgo, como son, entre otros, los mayores de 60 años, enfermos crónicos y personas que trabajan en ámbitos sanitarios y sociosanitarios.
Es muy importante acudir a vacunarse cuando empiece la campaña en otoño para prevenir complicaciones respiratorias y hospitalizaciones por el virus de la gripe y para evitar contagiar a otras personas vulnerables. Este año lo es especialmente para permitir una mayor disponibilidad de los servicios sanitarios para atender, si es necesario, a pacientes con COVID-19. Además, los grupos de riesgo para la gripe son también los más afectados por el coronavirus. Este año la Comunidad de Madrid contará con 50.000 dosis de vacuna más que en la temporada 2019-2020.
La Comunidad de Madrid lleva a cabo campañas anuales de vacunación antigripal desde el año 1991. La gripe estacional normalmente se presenta con carácter anual de forma epidémica, generalmente a finales del otoño, y la vacunación es la herramienta más eficaz para prevenir su difusión y complicaciones que pueda generar en la salud, tanto de forma directa como por agravamiento de otras enfermedades de base, principalmente cardiorrespiratorias, renales o metabólicas.