Acuerdo de la reunión del Consejo de Gobierno.
La obra se sitúa cronológicamente en la época de juventud del genio sevillano, anterior a 1622.
El tema de la Inmaculada fue tratado en diversas ocasiones por parte de Velázquez.
Los especialistas destacan la indudable calidad técnica y artística del retrato, que mantiene estrechas similitudes con obras iniciales del autor.
El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha acordado declarar Bien de Interés Cultural (BIC) la pintura ‘Retrato de niña o joven Inmaculada’, obra inédita de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660) que los expertos sitúan cronológicamente en la época de juventud del pintor sevillano.
La atribución a Velázquez de esta obra, un lienzo de 57,5 x 44 centímetros, viene dada por similitudes formales y una técnica semejante a obras del periodo sevillano de Velázquez, es decir, anterior a 1622.
La pintura muestra a una niña de grandes ojos negros, ligeramente en posición de tres cuartos y de medio cuerpo prolongado, ante un fondo oscuro, que mantiene la mirada dirigida al espectador, juntando sus dedos en actitud de oración.
La niña de la obra –que pertenece a una colección privada- porta un manto verde envuelto en torno a su cintura, viste una saya de tonos ocres de la que asoma el cuello blanco grisáceo de una camisa y luce unos pequeños pendientes. Según los expertos, la modelo podría haber sido alguien del entorno familiar del pintor sevillano. En la radiografía de la obra es visible, rodeando la cabeza de la niña, una serie de estrellas blancas, como si se tratara de una Inmaculada niña, que en un determinado momento se repintó de tono oscuro. El tema de la Inmaculada fue tratado en diversas ocasiones por parte de Velázquez.
Los especialistas destacan la indudable calidad técnica y artística del retrato, que mantiene estrechas similitudes con obras iniciales de Velázquez uno de los periodos menos representados en museos y colecciones públicas españolas.