El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy una inversión de más de 80 millones de euros destinados a inmunizar también a personas de riesgo.
Entre enero y marzo de este año se han administrado 96.000 a la población diana y más de 330.000 durante 2023.
Se ha ampliado la protección a personas que hayan tenido al menos dos episodios de esta enfermedad.
30 de abril 2024.- La Comunidad de Madrid ha adjudicado el contrato de compra de 640.000 vacunas contra el herpes zoster con una inversión de 80.038.000 euros para los años 2024 y 2025. Así lo ha aprobado hoy el Consejo de Gobierno con el objetivo dar seguimiento a la inmunización frente a esta enfermedad vírica que se inició en en la región en 2022, a fin prevenir su aparición y las complicaciones que se derivan de ella.
La vacuna va dirigida a los ciudadanos que este año cumplen 65 y 75 años, es decir, los nacidos en 1959 y 1949, además de a los que los que lo hicieron entre 1942 y 1948, también entre 1957 y 1958 y que no cuenten con dicha protección previa. También a las personas con determinados factores de riesgo, y, como novedad en el presente ejercicio, se han incluido a aquellas que hayan sufrido dos o más episodios de esta patología y a las que, desde los 50 años (edad a partir de la cual la incidencia es mayor), estén en tratamiento con inmunomoduladores o inmunosupresores.
Entre enero y marzo de 2024 el Ejecutivo regional ya ha administrado 96.000 dosis, de las que 43.552 son de primera Administración y 52.448 de refuerzo. Todo ello supone un incremento respecto al año anterior fruto del aumento de la población diana, su conocimiento y aceptación del programa de inmunización, además del trabajo realizado por los sanitarios para captar a los destinatarios.
El herpes zoster está causado por el virus de la varicela-zoster y es más prevalente en mujeres. Adquirido generalmente en la infancia, queda latente en el organismo y la posibilidad de que aparezca va aumentando a lo largo de la vida, especialmente si la persona presenta inmunosupresión u otros problemas de salud.
Se manifiesta como una erupción en la piel de características similares a la varicela, que puede ser sumamente dolorosa. Presenta una baja mortalidad, pero sus complicaciones, entre ellas la neuralgia postherpética, pueden disminuir la calidad de vida de los pacientes y llegar a ocasionar discapacidad, incrementando, además, la necesidad de asistencia sanitaria y farmacológica.
En 2023 el número de inmunizaciones contra esta patología se cifró en 330.661, del total de 4,5 millones (un 50% más que en 2022), que fueron aplicadas para prevenir distintas enfermedades, entre las que se encuentran la de la gripe, el COVID, las infecciones provocadas por el virus respiratorio sincitial (VRS), y todas aquellas que forman parte del calendario de vacunas a lo largo de la vida.