El Gobierno regional va a adquirir 270.000 dosis para proteger a los mayores y a personas con factores de riesgo.
Entre enero y abril de este año se han administrado ya cerca de 120.000 dosis.
Las complicaciones del herpes pueden disminuir la calidad de vida, especialmente la neuralgia postherpética.
31 de mayo 2023.- El Consejo de Gobierno en funciones de la Comunidad de Madrid ha dado hoy luz verde al contrato para adquirir en su sanidad pública 270.000 dosis de vacuna frente al herpes zoster por un total de 33.766.200 euros. La inmunización se administra a personas con condiciones de riesgo, a los que cumplen 65 y a los de entre 75 y 80 años.
El herpes zoster es una enfermedad producida por el virus de la varicela-zóster. Una vez superada la infección infantil, éste puede permanecer acantonado y latente hasta que, décadas más tarde, se reactiva bien por la edad avanzada o debido a una enfermedad que baja las defensas. Se manifiesta como una erupción en la piel de características similares a la varicela, que puede llegar a ser sumamente dolorosa. Presenta una baja mortalidad, pero puede producir complicaciones, como la neuralgia postherpética, que afectan de forma importante a la calidad de vida y pueden llegar a ocasionar discapacidad.
Desde el año 2022 la Comunidad de Madrid incluye esta protección en el Calendario Vacunal y se recomienda a las personas que se han sometido a trasplantes (tanto hematopoyéticos como de órganos sólidos), que padecen VIH o están, por ejemplo, en tratamiento con quimioterapia.
Además, dado que la edad también es un factor de riesgo para la reactivación del virus varicela-zoster, este año se amplía la vacunación a las personas de entre 75 y 80 años, mientras se sigue vacunando a los que cumplen 65 este año. Debido al progresivo envejecimiento de la población es necesario contar con las dosis necesarias para administrarlas a estos grupos de edad.
Sólo entre enero y abril de 2023 se han administrado en Madrid 118.624 dosis, 76.276 como primera y 42.348 como segunda, lo que supone un importante aumento frente al año anterior, fruto tanto del aumento del número de personas a vacunar por tramos de edad como de la labor que realizan los sanitarios en la captación de los grupos de riesgo. Se estima que en este año se administre una media de 35.000 dosis mensuales, el 80% de ellas destinadas a personas mayores de 65 años.