«Jesús no promete salud y riqueza a sus discípulos», afirman Antonio Spadaro y el evangélico amigo del Papa Marcelo Figueroa en un artículo contra la teología de la prosperidad. Esta corriente que siguen algunos predicadores evangélicos tiene importantes paralelismos con el entorno del presidente Donald Trump
La Civiltà Cattolica arremetió contra la teología de la prosperidad que guía a muchos telepredicadores y líderes evangélicos estadunidenses, y advirtió sobre los «peligros» de una mirada «distinta» del evangelio.
En un artículo firmado Antonio Spadaro, su director, y por el evangélico Marcelo Figueroa, que dirige la edición argentina de L’Osservatore Romano, la revista de los jesuitas muestra las incongruencias de una corriente teológica de gran éxito en Estados Unidos y diversos países de Latinoamérica, y que influye directamente en el presidente Donald Trump.
Aunque el texto no mencionaba en ningún momento al mandatario, ni entraba en política, diversos observadores estadunidenses están constando las múltiples similitudes entre las advertencias incluidas en él y las ideas de diversos líderes que sostuvieron al multimillonario en su carrera a la Casa Blanca.
«Jesús no promete salud y riqueza a sus discípulos. Por esto, no existe nada más distante y también peligroso, para la fe cristiana, que el criterio de la eficiencia y la funcionalidad que fatalmente termina por transformar a la Iglesia en una especie de empresa multinacional», indicaba la nota.
El artículo, que publicaban dos personas de la más estrecha confianza del Papa y en una revista que cuenta con el visto bueno del Vaticano, está lleno de datos y referencias al contexto estadunidense.
Entre otras cosas, explicaba que la teología de la prosperidad es una corriente neopentecostal que tiene sus raíces en un modo de entender el «sueño americano» y que se ha difundido en todo el mundo gracias a «gigantescas campañas mediáticas».
«El núcleo de esta teología es que Dios quiere que sus fieles tengan una vida próspera, que sean ricos, sanos y felices. La verdadera fe conduciría, por lo tanto, a esta prosperidad. La pobreza, al contrario, es signo de falta de fe y, de todas maneras, culpa del fiel», establecía.
«La solidaridad no tiene espacio en tal visión. El riesgo de esta forma de antropocentrismo religioso, que pone en el centro el bienestar, es el de transformar a Dios en un poder a nuestro servicio, la Iglesia un supermercado de la fe y la fe un fenómeno utilitarista, milagrero y pragmático», añadía.
El artículo mencionaba a algunos de los líderes evangélicos estadunidenses más conocidos: Oral Roberts, Pat Robertson, Benny Hinn, Robert Tilton, Joel Osteen, Joyce Meyer. Ellos, indicaba, hicieron crecer su popularidad y riquezas a fuerza de «enfatizar este evangelio».
Establecía que desde la década de los años 80, en América Latina ha crecido de manera exponencial la teología de la prosperidad gracias a figuras muy carismáticas que tienen un mensaje simple, directo, montado en torno a un show de música y testimonios, además de una lectura fundamentalista y pragmática de la Biblia. Indicaba que los países con mayor influencia de este movimiento son Costa Rica, Guatemala, Colombia, Chile, Argentina y Brasil.
Constataba también que, según estas ideas, mientras Estados Unidos ha crecido económicamente bajo la bendición del Dios providente gracias al movimiento evangélico, los habitantes al sur de Río Grande han caído en la miseria porque la Iglesia católica tiene una visión opuesta, y exalta la pobreza.
Este texto se ha publicado un año después de otro similar, firmado por los mismos autores, en el cual analizan las alianzas entre extremistas católicos y evangélicos para promover el odio. Aquel artículo desató un acalorado debate, no solo en el Vaticano, también en otras latitudes.
Notimex
(Foto: Twitter Benny Hinn)