La CUP muestra sus cartas ante una hipotética independencia de Cataluña. Sus primeras medidas serían acabar con lo que consideran «privilegios» de la Iglesia. Así, la medida estrella sería la retirada de los conciertos a colegios religiosos y también excluir a la Iglesia de algunas de las exenciones fiscales a las que se acoge como cualquier otra organización sin ánimo de lucro, como por ejemplo el IBI.
«En la nueva república, debemos suprimir de manera inmediata los privilegios en las escuelas de élite y que segregan por sexo», afirmó Marta Llorens, alcaldesa de Reus. Esta postura –ya conocida, por otra parte– escenificó en una rueda de prensa delante de la catedral de Tarragona, donde manifestaron el deseo de una república en la que la Iglesia no sea «la quinta columna del patriarcado».
«Nosotros lo tenemos claro: es más factible impulsar una república catalana laica y sin privilegios, que ver al Estado español derogar el acuerdo con el Vaticano», afirman desde este partido asambleario.
Esta posición radical de la CUP iría en contra de muchos centros concertados católicos que, en los últimos días, se han manifestado públicamente a favor del derecho a decidir e incluso de la independencia de Cataluña.
F.O.
Imagen: CUP