El pasado 9 de marzo se celebró un Pleno extraordinario para la aprobación del expediente de contratación y los pliegos de condiciones del contrato de limpieza de los edificios, colegios y polideportivos municipales de Majadahonda. El expediente fue aprobado con los votos favorables del PP, el voto en contra de IU, Somos, PSOE y Centristas y la abstención de Ciudadanos.
El citado expediente recoge la externalización del servicio de limpieza de edificios durante 4 años, con posibilidad de prorrogarse 2 años más, y con un coste total de casi 12 millones de euros. Debido a ser un contrato armonizado se estima que el proceso de licitación dure al menos seis meses, cuando el contrato actual vence en el mes de abril.
La aprobación se produjo en un contexto en el que la actual empresa adjudicataria está en preconcurso de acreedores, mantiene deudas con la seguridad social y no está pagando sus nóminas a los trabajadores y trabajadoras, que a pesar de ello siguen realizando los trabajos de limpieza que les corresponden.
En febrero de 2016, a pesar de que ya había quejas sobre el funcionamiento de la empresa, se le prorrogó durante un año el contrato, alegando que los problemas eran “puntuales”. En ese mismo pleno el grupo municipal de IU presentó una propuesta para que el Ayuntamiento hiciera un análisis pormenorizado de las condiciones en que se estaban prestando todos los servicios privatizados, haciendo hincapié en el contrato de limpieza de edificios -dado su próximo vencimiento- y solicitando que se realizaran los estudios técnicos y económicos necesarios para valorar su posible remunicipalización. Dicha propuesta fue rechazada con los votos de PP y Ciudadanos.
“La desidia del Equipo de Gobierno a la hora de controlar y gestionar nuestros servicios privatizados es preocupante. El problema no es sólo si la empresa adjudicataria es mejor o peor, sino que los problemas que hoy tenemos son consustanciales al modelo de gestión privatizada: problemas de pago a la plantilla, condiciones laborales precarias, obligación de hacer horas extraordinarias aunque estén mal pagadas, cambios injustificados, … se han venido repitiendo a lo largo de los años con las distintas empresas y -como siempre- pagan las consecuencias los más débiles, en este caso las trabajadoras que están sin cobrar todo lo que se les adeuda. La solución no pasa por sacar un nuevo contrato y esperar que todo vaya bien, sino que hay que tomar soluciones que antepongan la calidad del empleo y del servicio por encima del lucro empresarial y eso sólo es posible si recuperamos la gestión directa del servicio, asumiendo a la actual plantilla.” ha señalado Juancho Santana, portavoz de Izquierda Unida.