La película, que contará en tono ‘humorístico’ las peripecias de un comando preparado para atentar, ha provocado la reacción de más de 27.200 ciudadanos que 18 de septiembre han escrito a los directivos de la empresa estadounidense y de Mediapro, coproductora española de la película, para pedirles que abandonen el proyecto. La petición ciudadana, dirigida a los directivos de Netflix y Mediapro, Erik Barmack y Javier Méndez respectivamente, se puede consultar en este enlace.
Se da la circunstancia de que la Guardia Civil también ha denunciado a Netflix por atentar contra la dignidad de las víctimas de ETA.
El presidente de HazteOir.org, Ignacio Arsuaga, ha explicado la iniciativa en estos términos: ““Es indigno que una empresa pretenda obtener beneficios a costa de humillar a las víctimas de la banda terrorista ETA. Es hora de boicotear a los que se lucran a costa de frivolizar con el dolor y la tragedia”.
La comedia ‘Fe de Etarras’ tiene previsto estrenarse el próximo 12 de octubre. El cartel publicitario está presente en varias ciudades españolas, entre ellas San Sebastián. “El cartel que frivoliza con el terrorismo etarra”, añade Arsuaga, “se ha colgado en la calle Miracruz, sólo a 300 metros del lugar en el que la banda criminal asesinó a tiros a cinco personas: el presidente de la Diputación de Guipúzcoa, José María Araluce, su chófer, José María Elícegui Díaz, y los tres escoltas que le acompañaban, Alfredo García González, Luis Francisco Sanz Flores y Antonio Palomo Pérez”.
La petición ciudadana recuerda a los ejecutivos de Netflix y Mediapro que el terrorismo de ETA ha sido continuo en España durante cinco décadas y ha provocado el asesinato de 829 personas, entre ellos veintitrés niños, además del secuestro de ochenta y seis personas y miles de heridos, amenazados y extorsionados.
El presidente de HazteOir.org aporta, además, otro dato: “El actual director de marketing de Netflix, Antonio Ábalos, fue despedido de su anterior puesto de trabajo como en Twitter por burlarse de niños con síndrome de Down. Esto explica la falta de sensibilidad de una compañía que ahora se ríe de la tragedia del terrorismo etarra mostrando una absoluta insensibilidad con el dolor de las víctimas”.
“España entera tiene una deuda de gratitud con las víctimas del terrorismo impagable y desde luego, no nos vamos a callar ante el dolor que está provocándoles el anuncio de esta película”, concluye Arsuaga.