El nuevo obispo de Getafe (tomará posesión el 24 de febrero) habla en esta entrevista de «una Iglesia rica en carismas y asociaciones», pero también muy marcada por la secularización. Como viene haciendo ya como obispo de Guadix, Ginés García Beltán (Lorca –Murcia–, 1961) considera que la evangelización requiere hoy pisar mucha calle
Pasa usted de la diócesis más antigua de España a una de las más nuevas (fue erigida en 1991), pero también de una diócesis rural a una de las más pobladas, con ciudades como Móstoles, Alcorcón, Fuenlabrada o Leganés, con más habitantes que muchas capitales de provincia.
Es un contraste grande. Guadix es rural, tiene unos 100.000 habitantes y en descenso progresivo. En Getafe ocurre lo contrario: el núcleo fundamental es urbano y en ascenso continuo. Es un cambio total pero, en estos días en que me ha dado tiempo a pensar y a rezar mucho, me he dado cuenta de que hay muchas cosas que no cambian. Por ejemplo, la importancia de la presencia y la cercanía del pastor. Ese es un lenguaje que yo creo que lo entiende todo el mundo, y tan importante es hacer presencia del Señor en un sitio como el otro.
¿Ha pensado ya en proyectos para Getafe?
Voy con mucha libertad porque no conozco la diócesis, lo cual me da una libertad grande y me hace ir con mucha humildad, al saber que nada empieza ni termina conmigo, sino que llego a incorporarme a la marcha de una Iglesia que es muy rica en fe y en distintos carismas y asociaciones. Yo sé que es una diócesis muy fuerte pastoralmente. Lo primero que me dijo don Joaquín [López de Andújar, el ya obispo emérito] el otro día fue: «Aquí, Ginés, vas a disfrutar mucho». Yo disfrutaré en la medida en que me encuentre cerca de la gente, anunciando al Señor, que es mi misión. No pretendo nada distinto a eso… Con ese espíritu voy yo a Getafe.
Rueda de prensa en Guadix anunciando el nombramiento
Es una diócesis fuerte en obras, pero también una de las más secularizadas de España…
Efectivamente, eso es lo que voy percibiendo también, que al ser una población tan grande hay mucho por hacer. Pero no empiezo de cero, me uno al camino de esta iglesia que, como pide el Papa, quiero que sea una Iglesia en salida, que llegue a la gente. Por mi forma de ser, salir para estar con la gente para mí no es problema, lo cual no quiere decir que no haya dificultades. La evangelización no siempre es una tarea fácil, pero hay que asumirla como lo han hecho a lo largo de la historia los cristianos que nos han precedido. En ese sentido es muy importante cuidar la transmisión fe, que no se rompan los conductos de la transmisión de la fe, sobre todo en la familia.
Llega a Getafe en un año muy marcado por la pastoral juvenil, con el Sínodo de octubre.
Y Getafe tiene una población con muchos jóvenes, y cuenta con un presbiterio muy joven. Los jóvenes tienen que ser los evangelizadores de los jóvenes. Esto es lo que hay que seguir haciendo. En la evangelización, tenemos que mirar siempre a Dios, escucharle, y mirar también a nuestro pueblo y ver cuáles son las necesidades que tiene. Como obispo, mi primera misión es escuchar y ver, para formar parte de esta Iglesia que el Señor me encomienda. El obispo es también un aprendiz constante de la pastoral y del servicio a los demás, y yo voy con un buen espíritu de aprender.
Con el Papa, en 2014. Francisco le nombró en 2016 miembro de la Secretaría de Comunicación del Vaticano
Muchas personas en Madrid cambian varias veces al día de diócesis. ¿Cómo entiende que debe ser la coordinación en la provincia eclesiástica (Madrid, Getafe y Alcalá)?
Todavía no conozco bien esa realidad, pero sí puedo decir que estoy convencido de la importancia y la eficacia de las provincias eclesiásticas. En el mundo en que vivimos, tan global e interconectado, nosotros jurídicamente podemos separar unas diócesis de otras por una calle, pero la gente no hace ya esas distinciones, y mucho menos en lugares como Madrid, donde en unos pocos minutos uno cambia de una diócesis a otra. La unidad, trabajar todos en la misma línea es importante, respetando la autonomía y la identidad de cada diócesis. Hoy tenemos que trabajar muy en comunión y las provincias eclesiásticas son un instrumento precioso para eso.
Al margen de Getafe, su nombramiento ha sido muy celebrado en instituciones con sede en Madrid como la fundación Pablo VI y la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social –de las que es usted presidente–, o en la Asociación Católica de Propagandistas, de la que es usted consiliario.
Así es. Venir a Getafe me va a permitir una presencia más constante en estas realidades de Iglesia que son tan ricas. Todos nos alegramos de esa cercanía y damos gracias al Señor.
Ricardo Benjumea
Imagen: Ginés García Beltán durante una visita a Baza (Granada)