También ha saludado a un grupo de refugiados antes de ir al aeropuerto
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, antes de poner rumbo a Polonia, ha querido rezar esta mañana en la tumba de su predecesor, el papa Juan Pablo II.
De este modo, a las 10 de la mañana se ha dirigido a la Basílica de San Pedro, donde está situada la tumba del Pontífice polaco, y allí ha tenido ocasión de saludar a un grupo de niños y adolescentes que estaban celebrando la misa. Son niños que luchan contra el cáncer, de una asociación con sede en Roma llamada Peter Pan.
Más tarde, justo antes de salir hacia el aeropuerto, Francisco ha recibido en la Casa Santa Marta, a un grupo de quince jóvenes refugiados. Nueva chicos y seis chicas, de distintas nacionalidades, que han llegado a Italia hace poco y que todavía no tienen los documentos que les permiten salir al extranjero.
Los jóvenes, que son atendidos por la Limosnería Apostólica, han deseado al Papa “un buen viaje y una feliz participación en a la JMJ, en la que no pueden participar, pero a la que se unen espiritualmente”, indica el comunicado de la oficina de prensa de la Santa Sede.
Un gesto que no es la primera vez que realiza, también antes del viaje a Cuba y Estados Unidos, el pasado 19 de septiembre de 2015, saludó, antes de irse al aeropuerto, a la familia de refugiados sirios hospedada por la parroquia vaticana de San Ana.
Rocío Lancho García 27.7.2016