Un discurso improvisado, el último de su Viaje Apostólico a Asia y Oceanía, fue pronunciado por el Papa durante el encuentro interreligioso con los jóvenes de Singapur, a quienes animó a ser críticos constructivos y a usar las nuevas tecnologías de la comunicación para avanzar sin esclavizarse.
Una joven sikh, un joven hindú y una joven católica abrieron el encuentro de los jóvenes con el Papa hablando de sus experiencias en el diálogo interreligioso. Tres testimonios a los que Francisco respondió dejando de lado el discurso que había preparado, como suele hacer en los encuentros con los jóvenes, para hacer una reflexión sobre las palabras que más lo tocaron: “críticos de salón”, “zona de confort” y “la tecnología” que, si bien debe ser usada, no deja de comportar riesgos.
En el auditorio del Catholic Junior College, repleto de jóvenes de diversas religiones, se realizó el último evento de su visita a esa pequeña, pero pujante ciudad-Estado, situada al final de la península malaya. Tuvo un carácter interreligioso, dado el carácter multiétnico y multirreligioso, donde predomina el budismo con un 33% de sus más de 5 millones de habitantes, el cristianismo con un 18% y el islamismo con un 14%, el taoísmo con un 10%, el hinduismo con un 5 % y, en proporción más reducida, otras religiones.
La valentía de la juventud
“La juventud es valiente y a la juventud le gusta ir hacia la verdad. Hacer camino, hacer creatividad” – dijo el Papa al hablar de los “críticos de salón·, que Raaj, el joven hindú había mencionado, y que los jóvenes deben evitar.
“Una juventud tiene que ser crítica. Un joven debe ser crítico, pero tiene que ser constructivo en su crítica porque hay una crítica destructiva, que critica mucho pero no hace un camino nuevo”.
Las zonas de confort engordan
Preguntando a todos los jóvenes presentes si son críticos, si tienen el valor de criticar y también el valor de dejar que otros te critiquen, Francisco afirmó que en eso consiste el “diálogo sincero entre los jóvenes”.
“Ustedes, jóvenes, deben tener el coraje de construir, de avanzar y de salir de las zonas “de confort”. ¡Un joven que elige hacer siempre su vida de forma “cómoda” es un joven que engorda! Pero no engorda su barriga, ¡engorda su mente! Por eso digo a los jóvenes:
«¡Arriésguense, salgan! ¡No tengan miedo!». El miedo es una actitud dictatorial que te paraliza.
Para el Santo Padre, aunque arriesgarse implique que se equivoquen muchas veces, lo importante es darse cuenta de su equivocación: “Me equivoqué porque empecé a caminar y me equivoqué en el camino”. ¿Y qué es peor -preguntó el Papa-, cometer un error porque doy un paseo o no cometerlo porque me quedo encerrado en casa?”
Los medios se usan para avanzar no para esclavizarse
La segunda reflexión del Pontífice fue la del uso de los medios de comunicación y todas las posibilidades que esa tecnología puede ofrecer
“Yo te pregunto: ¿es bueno utilizar los medios de comunicación o no es bueno? Pero pensemos, un joven que no usa los medios, ¿cómo es ese joven? Cerrado. Un joven que vive totalmente esclavizado a los medios, ¿cómo es ese joven? Es un joven perdido. Todos los jóvenes deben utilizar los medios de comunicación, pero utilizar los medios de comunicación para que nos ayuden a avanzar, no para que nos esclavicen. ¿Entendido?
Todas las religiones son un camino para llegar a Dios
El diálogo interreligioso también fue abordado por el Papa teniendo en cuenta la importancia del tema para Singapur, el país con la mayor diversidad religiosa del mundo.
“Esto es muy importante porque si empiezan a discutir: ‘Mi religión es más importante que la tuya…’ ‘La mía es verdadera, la tuya no es verdadera…’, ¿a dónde lleva esto? Todas las religiones son un camino para llegar a Dios (…) Y como Dios es Dios para todos, todos somos hijos de Dios”
El Santo Padre agregó que el diálogo interreligioso entre los jóvenes requiere coraje, porque “la juventud es la edad del coraje” y hay que tener valor para seguir adelante y dialogar, para el respeto. Y en este contexto, el Papa se refirió al fenómeno del “bullying” y las consecuencias que tienen en las escuelas, entre los grupos de jóvenes o de niños, el acoso que se hace con los que son más débiles. Se trata de respeto por las diferencias, así como debe ser el diálogo interreligioso que se construye sobre el respeto a los demás.
Un diálogo que hace camino
Francisco al concluir su discurso quiso dar las gracias s los jóvenes y los animó a hacer todo lo posible para mantener una actitud valiente y promover un espacio donde los jóvenes puedan entrar y dialogar.
“Porque su diálogo es un diálogo que hace camino, hace camino. Y si dialogan como jóvenes, dialogarán más como adultos, como ciudadanos, como políticos (…)les deseo que sigan adelante con ilusión y que no retrocedan, ¡arriesguen!
La promesa
Tras el discurso del Papa, los jóvenes pronunciaron una promesa:
“Nosotros, la generación futura, nos comprometemos a ser un faro de unidad y esperanza en la promoción de la cooperación y la amistad que nutren la coexistencia armoniosa entre personas de diferentes religiones”.
El saludo fraterno
El Santo Padre agradeció las palabras del cardenal William Goh, arzobispo de Singapur, quien en su saludo ilustró el camino que la Iglesia, en estrecha colaboración con el Gobierno y los líderes de otras confesiones religiosas, han llevado adelante en el compromiso con el diálogo interreligioso como vía para la fraternidad y la paz en la sociedad. Un camino que Francisco ha allanado – afirmó -“con la promoción del diálogo auténtico como una forma de vida y como un camino para traer sanación a nuestro mundo herido”.
También el Ministro de Cultura, Edwin Tong se dirigió al Papa recordando que las bases de la sociedad de Singapur residen precisamente en la armonía y en la unidad entre las distintas religiones. Y a los líderes religiosos presentes, al final del encuentro, los animó a continuar en su compromiso en favor de la unidad, que da testimonio de la rica diversidad de credos de Singapur y sostiene el recorrido hacia una armonía religiosa cada vez mayor.
VATICAN NEWS