A un año del atentado, se celebró una misa y se descubrió un monumento conmemorativo
(ZENIT – París).- Un año después del asesinato del sacerdote francés Jacques Hamel, el arzobispo de Rouen, Mons. Dominique Lebrun, presidió una misa en la iglesia de Saint-Etienne de Saint-Etienne-du-Rouvray,en la periferia de la ciudad de Rouan a unos 80 kilómetros al noroeste de París.
El oficio eucarístico fue a las 9 de la mañana, la hora en la que el sacerdote Hamel celebraba cuando fue brutalmente asesinado por dos terroristas. En cambio a las 10:50 un monumento conmemorativo por la paz y la fraternidad fue inaugurado por la comunidad de Saint-Etienne-du-Rouvray. A las 18 fueron las vísperas en la basílica de Notre-Dame de Bon y a continuación hubo un tiempo para rezar delante de la tumba del padre Hamel.
Pocos días después de asesinato del padre Hamel, el santo padre Francisco celebró el 14 de septiembre en la capilla de su residencia Santa Marta, una misa en memoria de este sacerdote, en presencia de 24 peregrinos de la diócesis de Rouen y de su obispo, Mons. Dominique Lebrun. Durante la homilía exhortó a rezarle al padre Hamel: “es un mártir, es un beato” dijo.
El día después, el 15 de septiembre, el breviario del padre Hamel fue entregado por Mons. Lebrun, en la basílica de San Bartolomeo en la romana Isla Tiberina, en el memorial de los mártires del siglo XX y XXI.
El 22 de abril de este año, el papa Francisco participó en este santuario confiado a la Comunidad de San Egidio, a una Liturgia de la palabra, en memoria de los “nuevos mártires” de los siglos XX y XXI.
El 13 de abril de 2017, inició el proceso de beatificación del padre Jacques Hamel, gracias a que el papa Francisco otorgó una dispensa del término habitual de cinco años necesarios, después de la muerte de una persona, para abrir la causa.
Marina Droujinina