Este político y activista libanés señala que todavía hay cristianos que justifican a Hizbulá, pero son «claramente minoritarios».
Israel y Hizbulá se bombardean a diario, causando muertes de civiles. ¿Quién es el principal responsable?
El 8 de octubre de 2023, Hizbulá comenzó a bombardear posiciones militares israelíes, llevando al Líbano la guerra que había comenzado en Gaza el día anterior. Los libaneses se han visto así arrastrados a un conflicto que no es el suyo, sumándose a la ya terrible crisis económica, financiera y política que viven desde hace años: tenemos 2,5 millones de refugiados sirios y palestinos en nuestro país, el Estado está en quiebra y totalmente ausente, el Gobierno está paralizado y sin presidente, los bancos se hunden y ya no emiten dinero. Esta guerra agrava aún más este desastre, no beneficia al Líbano. A Hizbulá no le importa porque tiene otra agenda dictada por Irán: quiere unir el frente de resistencia contra Israel que incluye también a Hamás, los hutíes de Yemen, las milicias chiíes de Siria e Irak y otros grupos minoritarios. Mientras las 22 naciones árabes hablan de los derechos de los palestinos pero no hacen nada por ellos, los libaneses se encuentran injustamente pagando y sufriendo por esta guerra que les es ajena.
¿Cómo reaccionan los libaneses?
Las encuestas dicen que el 70 % de los libaneses quiere que el Líbano no tenga nada que ver con esta guerra. La mayoría es consciente de que nuestro país es un daño colateral en una confrontación geopolítica mucho más amplia entre Israel e Irán. Sin embargo, Hizbulá tiene la fuerza militar y la cobertura política para seguir haciendo lo que quiere y está aumentando su apoyo entre los refugiados palestinos que viven en nuestro país desde 1948. Estos son en su mayoría musulmanes suníes y hasta hace unos años se oponían a Hizbulá, que en ese momento luchaba contra grupos armados suníes en Siria. Hace un año se produjeron combates en el campo de refugiados palestinos de Ain el Hilwee, el mayor del Líbano, donde grupos armados minoritarios controlados por Hizbulá se enfrentaron a otras facciones palestinas.
Después del 7 de octubre, todo cambió. La hostilidad hacia Israel aglutinó a los refugiados. Al tomar la iniciativa en la guerra contra el Estado judío, Hizbulá ha visto dispararse su popularidad entre ellos.
Los mayores opositores a Hizbulá son los partidos cristianos. ¿Por qué?
Los cristianos del Líbano están divididos políticamente entre ellos, pero en este momento han encontrado un mínimo común denominador: todos están en contra de la participación del Líbano en esta guerra. Por supuesto, quedan algunos que justifican a Hizbulá, pero son claramente minoritarios. Los cristianos del Líbano se encuentran entre los más afectados por esta guerra. Los pueblos cristianos del sur del país, cercanos a Israel, son bombardeados regularmente por el fuego israelí debido a la presencia de Hizbulá en los alrededores. Por eso crecen las voces de quienes se oponen a lo que está ocurriendo.
¿Hay una demanda creciente entre los libaneses para encontrar una solución de paz con Israel?
Hoy veo en la gente una voluntad mucho mayor que antes de encontrar una solución, que hasta ahora nunca se ha logrado por varias razones. La primera de ellas es la existencia a lo largo de la frontera entre el Líbano e Israel de 14 pequeñas zonas disputadas entre ambos países y ocupadas en parte por el Estado judío. Esto siempre ha bloqueado cualquier proceso de diálogo. Hasta hace unos años, también existían disputas marítimas, que se resolvieron hace unos años. Si ahora se resolvieran también las disputas terrestres, sería un gran paso adelante. Recientemente, el enviado especial de Estados Unidos, Amos Hochstein, llegó a Beirut con el mensaje israelí de que Tel Aviv estaría dispuesto a discutir una solución. Sin embargo, el Estado y el Gobierno libaneses se están desmoronando; el único interlocutor es Hizbulá, que ha anunciado que no lo hará mientras haya guerra en Gaza.
¿Podrían los cristianos desempeñar un papel de intermediarios entre Israel y Hizbulá?
No lo creo. Israel es un actor pragmático que habla con quienes pueden aportarle algo. Así que es con Hizbulá con quien tiene interés en hablar, considerando que es contra Hizbulá con quien tiene que luchar y no contra los pueblos cristianos de la frontera que no tienen nada que ver con este conflicto.
LUCA STEINMANN y NICOLÒ ONGARO
Alfa y Omega
4 de julio 2024