Para oprobio en la historia de RTVE quedará para siempre el «debate» (sic) que Televisión Española puso en antena de la mano de Xabier Fortes cuando, como le ha recordado oportunamente un consejero del ente, ese encuentro amistoso y en componenda entre los candidatos del BNG y del PSOE debería haber sido anulado por mera dignidad mediática.
El columnista cree, sin embargo, que ese delicioso akelarre entre conmilitones (dos más uno) resultó un enternecedor jolgorio (muy caro para el contribuyente, cierto) acerca de lo que no debe ser un canal de titularidad pública (ámbito estatal, para más inri) y que retrató con justeza la deriva tomada por algunos de los que mandan en El Pirulí. Vaya por delante mi respeto y conmiseración profesional para los trabajadores de esa casa que son, al final, los principales damnificados con este tipo de procederes, que les dejan, sin desearlo, en evidencia.
Sólo faltó en la invitación de Fortes (Rueda no se fio un ápice de la más que evidente encerrona y acertó) el Principe de las Mareas para poner la guinda a un pastel que olía a kilómetros. Un plúmbeo y aburridísimo «moderador» (sic) jaleando a dos contrincantes fake, cuando todo el mundo era consciente de que era difícil diferenciar a la una (BNG) del otro (PSOE).
Eso sin contar que en determinadas ocasiones el tal Fortes utiliza un espacio otrora prestigioso para llevar a amigos pontevedreses como si el plató fuera un predio exclusivo y excluyente.
Resumiendo, amigos, vivir para no ver determinadas faltas de vergüenza…
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario el 25.2.2024.