Este templo de la capital fue declarado como Bien de Interés Patrimonial en el año 2013.
Levantada en 1690, se trata de la única construcción que se conserva de la antigua población de Canillas.
El Ejecutivo regional ha invertido cerca de 830.000 euros en este edificio, que se encontraba en proceso de deterioro.
5 de diciembre 2021.- La Comunidad de Madrid ha culminado los trabajos de restauración de la ermita de San Blas de la capital, iglesia parroquial de la antigua población de Canillas. La consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Marta Rivera de la Cruz, ha visitado hoy el templo y ha destacado “el compromiso del Gobierno regional con la conservación y puesta en valor del patrimonio histórico, artístico y cultural de la región”, asumiendo la “obligación de proteger y recuperar” el citado legado.
La ermita de San Blas fue declarada Bien de Interés Patrimonial por la Comunidad de Madrid en el año 2013. Además, se incluye en el Catálogo del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid con un Nivel de Protección 1 y Grado Singular. Se trata de una construcción de 1690, en lo que era el Condado de Canillas, atribuida al arquitecto Julio Calles Cuadrado, si bien se asienta sobre una edificación preexistente.
Desde su origen ha sufrido muchas intervenciones que han transformado el espacio y han hecho desaparecer parte de sus bienes muebles, como retablos o imágenes. Cuenta con fachada de ladrillo con cajones de tapial y atrio con arcadas en el lado sur, planta basilical con tres capillas y crucero de escaso desarrollo. Bajo el presbiterio, con cabecera rectangular, se encuentra una cripta, con nichos en sus tres lados, a la que se accede por una escalera de piedra.
Durante el año 2016 se desarrollaron las obras de restauración de las cubiertas y fachadas de la ermita, dado el precario estado en que se encontraba. En 2019, comenzó la restauración del interior de la iglesia y la cripta. Todas estas actuaciones fueron promovidas por el Arzobispado de Madrid con cargo al Convenio firmado entre la Comunidad y la Provincia Eclesiástica de Madrid.
Inversión realizada
La inversión realizada en la restauración integral de la ermita y la restauración de sus pinturas murales, desde el inicio de los trabajos en el año 2016, asciende a cerca de 830.000 euros. En el año 2016 se realizaron los arreglos de cubierta y fachadas, restaurando íntegramente la espadaña y sus campanas, como paso inicial para consolidar la estructura de ladrillo, en muy mal estado, con una inversión de casi 400.000 euros.
En septiembre de 2019 se restauró el interior del templo, saneándose las humedades del subsuelo y colocando un nuevo pavimento. Se recuperaron los huecos de paso entre las capillas laterales, se instaló una nueva iluminación, se cambiaron las ventanas de la nave y se colocaron nuevas vidrieras. La intervención en los paramentos verticales mostró mediante catas estratigráficas los colores originales de la pintura de la iglesia, permitiendo recuperar su imagen original.
En la ejecución de estas obras, en 2019, se invirtieron más de 280.000 euros. Esta última intervención supuso el hallazgo de las distintas pinturas murales: la leyenda que recorre la moldura que marca el arranque abovedado del presbiterio en tres de los cuatro lados y que hace referencia al fundador de la ermita, el Conde de Canillas, y un trampantojo de una altura de unos dos metros aparecido en el paramento del presbiterio que da acceso a la cripta a nivel del suelo. Este representa las figuras de San Joaquín y Santa Ana, que parecen proteger a la figura de la Virgen que se situaba en el hueco de la ventana bajo la figura de Dios Padre.
En 2020 se acometió la laboriosa restauración de estos murales, junto con la intervención en la cripta situada bajo el presbiterio de la nave. Además, se restauró el pavimento original en damero realizado con piedra caliza y pizarra, apareciendo en una parte el anterior pavimento de baldosas de barro. La inversión realizada en esta fase fue de casi 150.000 euros.