Un estudio publicado en el Journal of Roman Archaeology de la Universidad de Cambridge revela el uso sin precedentes de la literatura en un contexto predominantemente campesino en el yacimiento de Noghera, cerca de Córdoba. Un descubrimiento que podría cambiar la visión clásica de un mundo rural aislado.
Un descubrimiento «sin precedentes» ha sido realizado por arqueólogos españoles, que entre los artefactos hallados en el yacimiento arqueológico de Noghera, cerca de Córdoba, han descubierto unos versos de Virgilio grabados en una tinaja, una prueba sin precedentes del uso de la literatura en un contexto rural. Así lo revela un estudio publicado en la revista Journal of Roman Archaeology de la Universidad de Cambridge por un equipo de las universidades de Barcelona, Montpellier, Sevilla, Córdoba y el Instituto Catalán de Arqueología Clásica. Anteriormente, en la zona donde se realizaron las excavaciones se habían encontrado jarrones enriquecidos con etiquetas con nombres de personas, fechas o lugares, pero es la primera vez que se hallan frases escritas en un jarrón de una obra del poeta latino.
La reconstrucción de los expertos
En el estudio publicado por la universidad británica, los arqueólogos afirman que los grabados se escribieron con un estilete cuando el vaso se estaba secando boca abajo, en la fase inicial de montaje. Gracias a la datación de los fragmentos, que pertenecen aproximadamente a un periodo comprendido entre los siglos II y III d.C., se baraja la hipótesis de que el grafito pudo ser grabado en una de las propiedades de la familia senatorial de los Fabii, ricos terratenientes propietarios de uno de los centros neurálgicos de la producción y el comercio del aceite de oliva en todo el Imperio. Por ello, el hallazgo del jarrón pareció inicialmente un descubrimiento rutinario, pero todo cambió cuando se descifró el epígrafe y, por superposición, los investigadores pudieron deducir que el texto corresponde a los versos séptimo y octavo del primer libro «Las Geórgicas», escrito en el año 29 a.C. C, «Chaoniam pingui glandem mutauit arista, poculaque inuentis Acheloia miscuit uuis» (Si es cierto que, por tu gracia, la humanidad sustituyó las bellotas caonias por espigas de trigo pingui y mezcló el agua de Acheloo con el vino que había descubierto).
Un ejercicio pedagógico
Sin embargo, según los expertos, lo que hace que el hallazgo sea tan excepcional es que, dada la conocida presencia de niños en los talleres donde se fabricaban estos vasos, es posible que el objeto fuera realizado por un adulto con fines pedagógicos. De hecho, en la antigua Roma se utilizaban muy a menudo textos poéticos para enseñar a leer a los niños. La elección del poema también apoyaría la tesis: el primer libro de las «Geórgicas» está dedicado a la agricultura, actividad principal en la zona donde se desenterró el jarrón. El descubrimiento subraya por primera vez una notable alfabetización de los habitantes de la zona, lo que contradice la visión de un campo atrasado y cerrado.
BEATRICE DÁSCENZI
Ciudad del Vaticano
Imagen En contextos rurales, las inscripciones en vasos y ánforas encontradas hasta ahora
sólo informaban de fechas y nombres.