En esta época del año, son miles los padres que ya tienen sus pensamientos en el inicio del próximo curso y se encuentran inmersos en la búsqueda activa del centro escolar donde estudiarán sus hijos. Para algunos, esto puede deberse simplemente a que se encuentran frente a una situación en la que tengan la necesidad de localizar un nuevo centro escolar, bien sea por un cambio de residencia, bien sea por una decisión personal o, incluso, porque el colegio o escuela en el que actualmente estudian sus hijos no cubre la siguiente etapa educativa a la que éstos van a acceder. Para otros, sin embargo, esto puede darse por primera vez, ya que la situación en la que se encuentran es la de tener niños pequeños que empiezan su vida escolar o lo que es lo mismo, la etapa infantil.
Antes de tomar una decisión, es muy importante que todos los padres analicen su situación y las de sus hijos: qué modelo educativo les interesa, qué necesidades debe cumplir el centro elegido… Y, por supuesto, siempre será importante que se priorice un centro escolar donde los niños puedan vivir todas las etapas educativas, desde los 0 o 3 años hasta su acceso a la universidad.
Ahora bien, ¿por qué es esto tan importante? ¿Cuáles son los beneficios escolares y personales o sociales que puede ofrecernos un centro donde los alumnos vivan todas las etapas académicas? Sin duda, son muchos los factores que pueden influir para que entendamos esta cuestión y, por ello, es importante que señalemos algunos que resultan primordiales:
- Los profesores conocen a los alumnos desde pequeños y, gracias a ello, pueden fomentar sus habilidades: Sin duda, el hecho de que los niños estudien en un mismo colegio desde sus primeros años de vida, será fundamental para poder trabajar en una metodología personalizada, donde desde el profesorado se conozcan perfectamente tanto sus habilidades para poder fomentarlas, como sus carencias, para poder reforzarlas.
- Fortalecer la integración del alumno, tanto a nivel académico como personal: Muchos niños, y como consecuencia sus padres, se enfrentan a la preocupación por la integración en el entorno educativo. El hecho de estudiar toda la vida académica en un mismo colegio hará que los niños y sus profesores crezcan juntos, en un mismo entorno, lo que permitirá trabajar de forma constante en su integración, tanto en clase, como a nivel personal con sus compañeros.
- Afianzar vínculos indestructibles con sus compañeros: Aunque no lo creamos, el hecho de que los niños puedan crecer y formarse juntos a todos los niveles generará en ellos unos vínculos emocionales muy importantes para su desarrollo personal.
- Ganar confianza personal gracias al contacto estrecho con el profesor: Poder crecer en un mismo colegio, con una misma metodología educativa y con unos profesores que siguen de cerca su crecimiento personal y educativo, hará que los niños se sientan cómodos con su entorno y, como consecuencia, que ganen confianza en sí mismos, un valor importantísimo de cara a su futuro personal y profesional.
- Trabajar siempre bajo el mismo modelo educativo nos permite poder cumplir los objetivos del mismo: Cuando un centro educativo trabaja un modelo educativo en concreto, organiza cómo aplicar el mismo de cara a sus alumnos según la etapa educativa en la que se encuentren. El hecho de que, desde infantil vayan al mismo centro, permitirá que este progreso se genere de la forma prevista, adquiriendo los conocimientos establecidos para cada etapa. El cambiar de centro, muchas veces, nos impide seguir con el mismo modelo educativo e, incluso, a veces, puede implicar repetir algunos contenidos o no tratar otros.
- Fortalecer su estabilidad emocional: Los seres humanos, en todos los momentos de nuestra vida, vivimos con el miedo y la ansiedad que esto supone frente a lo desconocido. Esto puede suponer un problema para los niños que cambian de colegio y se tienen que enfrentar a un nuevo entorno, nuevos profesores y nuevos compañeros.
- Trabajar en el seguimiento de las necesidades educativas especiales: Por último, y no menos importante, otro de los puntos que debemos tener en cuenta es que, el estudiar desde muy pequeños en un mismo colegio, permite que, desde el centro conozcan las necesidades especiales del alumno, en el caso de que las tenga, desde su primera etapa educativa, lo que permite trabajar de forma constante y progresiva en las mismas.
En conclusión, sobra decir que muchos niños tienen que enfrentarse a la obligación de cambiar de colegio por una necesidad, muchas veces familiar, como pueda ser una mudanza o cambio de ciudad. No obstante, siempre que podamos elegir una opción u otra, es mejor que optemos por un centro donde se ofrezcan todas las etapas educativas y nos aseguremos de que nuestros hijos puedan desarrollarse y crecer en un mismo entorno, educativo y personal.
Olivia Baena Colomar
Coordinadora de Infantil de Colegio Europeo de Madrid