En declaraciones a Zenit en la Asamblea Plenaria de CCEE en Poznan, sobre las expectativas para el próximo Sínodo y la cumbre para la protección de menores
(ZENIT).- “Para ser eficaz y tener solidaridad con el futuro de Europa, debemos ser prácticos; debemos reconocer que las situaciones y lo mejor, difieren de un país a otro, pero que para avanzar debemos mantener cierta armonía”, declaró Mons. Nichols.
En una entrevista exclusiva con Zenit en Poznan, Polonia, en la Asamblea Plenaria del Consejo de las Conferencias Episcopales Católicas Europeas (CCEE), el Arzobispo de Westminster y Presidente de la Conferencia Episcopal Católica de Inglaterra y Gales, que también es Vice-presidente de la CCEE, expresó sus ideas.
En la entrevista, el Cardenal inglés habló sobre las prioridades de la asamblea y reconoció que a veces los problemas no tienen soluciones universales. Además, el Arzobispo de Westminster también expresó su reacción ante el reciente anuncio del Papa acerca de la convocatoria de los presidentes de las Conferencias Episcopales del mundo en el Vaticano, que se realizará el 21 al 24 de febrero de 2019, para dialogar sobre la protección de los menores y adultos vulnerables. Asimismo, señaló lo que cree necesario para que este encuentro sea significativo, mencionando algunos de los desafíos del proceso.
El Cardenal Nichols también tocó el tema de su trabajo, contra el tráfico humano, y cómo podría ser considerado en el próximo Sínodo sobre Jóvenes que se realizará en el Vaticano en octubre. Hablando de lo que espera para ese Sínodo, expresó por qué el diálogo entre generaciones es “sumamente importante”.
Aquí está la entrevista exclusiva de Zenit:
ZENIT: Aquí en esta Asamblea Plenaria, los presidentes de las Conferencias Episcopales europeas se reúnen para debatir sobre la solidaridad y las prioridades. ¿Por qué es importante colaborar concretamente juntos en estos desafíos particulares de Europa?
Cardenal Nichols: No creo que nadie dude la urgencia de estos problemas particulares que enfrenta Europa. Como todos los esfuerzos en la vida, somos mejores cuando estamos juntos. Entonces, la solidaridad da dos cosas: solidaridad con los más necesitados, esa solidaridad que dice “este es mi hermano” y también solidaridad significa que estamos dispuestos a trabajar juntos para encontrar soluciones.
Solidaridad no significa que debe haber una sola solución universal, pero las soluciones deben tener una cierta armonía entre sí. Si se toma el ejemplo más crudo del movimiento de personas desesperadas en toda Europa, las soluciones para quienes están en los los márgenes del continente europeo son diferentes a las del centro de Europa. Pero es necesario que haya algo de armonía entre ellos. No se trata de que se pueda tener una sola política europea, sino que necesitamos un sentido de solidaridad en el que intentemos actuar juntos en beneficio no de los extranjeros, sino de las personas que son nuestros hermanos.
ZENIT: Reconocemos que, como cristianos, debemos reconocer la necesidad de dar la bienvenida a nuestros hermanos, pero…
Cardenal Nichols: ¡Exactamente! Esa es una de las fuentes importantes de saber que tenemos un deber, pero ese espíritu en sí mismo, no es una política de moda, necesitamos la realidad, el pragmatismo, que da forma a la política, un pragmatismo formado por la solidaridad.
ZENIT: Correcto, porque diferentes países tienen situaciones diferentes. Nuestro instinto, como lo recuerda el Papa, debería ser dar el de acoger, pero también ha reconocido que para hacer esto, es necesario que los que lleguen puedan integrarse adecuadamente y tengan las condiciones necesarias para vivir. Entonces, no es blanco o negro…
Cardenal Nichols: Creo que si Europa ha aprendido algo en los últimos diez años, es darse cuenta de la complejidad de estos problemas. Estos problemas se encuentran muy lejos de Europa y tienen sus raízes en la pobreza, en la violencia, en la explotación, e incluso tienen sus raízes, –como dijo el Cardenal [Angelo] Bagnasco– en “decir falsas verdades y falsas promesas”. Y luego en promesas “hechas pero no cumplidas”. Entonces, estos son problemas complejos que requieren soluciones a muchos niveles. Lo que estamos tratando de hacer esta semana es ver cómo el instinto de solidaridad busca formar conciencias maduras.
ZENIT: Esta semana se anunció al final de la sesión del Consejo de Cardenales que el Papa ha decidido convocar una cumbre de los presidentes de las Conferencias de Obispos de todo el mundo sobre la protección de menores y adultos vulnerables. ¿Es esto significativo como un gesto concreto en el compromiso del Papa de abordar esta crisis de abuso? ¿Qué cree que es concretamente necesario, como las medidas que se generan, para ser eficaz y significativo?
Cardenal Nichols: Yo diría que no hay una solución mágica ni una sola solución. Esto también es un desarrollo muy propio y doloroso de nuestra historia. Lo más importante para los obispos y para aquellos que trabajan con ellos en estos temas es escuchar la voz de los sobrevivientes y las víctimas, y eso no es fácil. A veces, hay tanto dolor en el corazón de una víctima o un sobreviviente que el diálogo es difícil. A veces, hay mucha actitud defensiva por parte de obispos, lo que hace que el diálogo sea aún más desafiante. Creo que es muy importante que escuchemos y escuchemos bien [a las víctimas] en esta reunión.
En mi vida, ha habido una conexión entre escuchar a los sobrevivientes de abuso y escuchar a los sobrevivientes del tráfico humano. Lo que he aprendido de la experiencia de las víctimas de abuso en la Iglesia es que ellos sienten una especie de impotencia. Es difícil para la Iglesia ser un agente de ayuda cuando ha sido un agente de abuso.
Intento hacer todo lo que sea posible para ayudar a otro grupo de víctimas, para quienes no somos los perpetradores, del tráfico humano. Todo comenzó cuando escuché a una mujer inglesa con la que habían traficado en la prostitución en Italia, y ese testimonio trajo este problema a mis propias tierras. Entonces, creo que escuchar a las víctimas es muy importante.
ZENIT: Pensando en el trabajo del Grupo Santa Marta [que encabeza el Cardenal Nichols, que trabaja para combatir el tráfico humano] y su trabajo para erradicar y eventualmente terminar con el tráfico humano, ¿el tráfico de jóvenes será uno de los temas que discutirán?
Cardenal Nichols: Bien, sé que en algunas escuelas de Inglaterra, en Londres, hacen presentaciones de lo que es ser víctima del tráfico humano. Ellos entienden. Ellos conocen el riesgo.
ZENIT: ¿Cuáles son sus expectativas personales para el próximo Sínodo?¿Hay algunos aspectos más importantes para sus jóvenes?
Cardenal Nichols: Bueno, en los preparativos del Sínodo en Westminster, hemos tenido una pequeña serie de reuniones en las que otros obispos y yo nos hemos reunido con jóvenes. Creo que la conversación entre nosotros ha sido algo muy importante. Frecuentemente, las conversaciones con los jóvenes o las conversaciones dentro de la Iglesia se construyen como debates desagradables, mientras que las reuniones que hemos tenido han sido verdaderos diálogos. Y creo que el diálogo entre generaciones es algo muy importante y poderoso.
Deborah Castellano Lubov
Traducción de Richard Maher
Imagen: Cardenal Nichols celebrando Misa en el CCEE
(© Episkopat.Pl)