El padre Ibrahim: el fin de la guerra en Alepo es el mejor regalo para toda la población en esta Navidad
(ZENIT – Roma).- Este miércoles el ejército sirio ha tomado el control total de Alepo, metrópoli del norte de Siria en un tiempo capital económica y comercial del país. El último grupo rebelde, atrincherado en un enclave de la ciudad, ha entregado sus armas y huido de la zona.
Tan pronto como recibimos la noticia “todas las iglesias y todas las mezquitas de Alepo” festejaron y “los que todavía tienen las campanas las hicieron sonar durante mucho tiempo por la alegría. Esto realmente es un sueño hecho realidad” declaró a AsiaNews, el padre Alsabagh Ibrahim, de 44 años de edad, franciscano, guardián y párroco de la parroquia latina de Alepo, al comentar la rendición de las milicias armadas.
“Después de largas negociaciones –añade el sacerdote– los grupos militares han entregado sus armas, y vinieron desde el este de la ciudad. Ahora el ejército considera segura la ciudad”.
A Dos días “del nacimiento del Rey de la paz”, dice el padre Ibrahim, el fin de la guerra en Alepo es el mejor regalo para toda la población. “Toda la gente está celebrando”, dice el sacerdote, “este es el mejor regalo que jamás imaginamos”.
En una declaración los militares dicen que “la seguridad ha vuelto a Alepo” y se ha dado un “golpe mortal” a las milicias rebeldes y yihadistas. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) confirma que “todos los civiles que querían evacuar lo han podido hacer, así como los heridos y los combatientes”.
Desde el verano de 2012, la ciudad, la segunda en importancia en el país, se dividió en dos sectores: el occidental, donde vivían alrededor de 1,2 millones de personas, en las manos del gobierno; el este, controlada por los rebeldes y grupos yihadistas, que sumaban hasta 250 mil personas y durante meses en condiciones de asedio.
La de Alepo es la victoria más importante para el presidente sirio Bashar al-Assad desde que la guerra comenzó en marzo de 2011; un sangriento conflicto que se ha cobrado cientos de miles de víctimas, entre ellas civiles y millones de desplazados, lo que provocó una de las peores crisis humanitarias de la historia reciente.
Imagen: La ciudad de Alepo arrasada por los combates
(Foto Wikicommons)