La crisis migratoria en el libro entrevista de D. Wolton
(ZENIT – París).- Sobre “Política y sociedad”, el papa Francisco retoma el tema de la crisis global de la migración y destaca la capacidad de Europa de “integrar”.
Lo indica en el libro entrevista con Dominique Wolton (Observatorio de la Prensa, 432 p.) que estará en venta en las librerías francesas el 6 de septiembre de 2017, y del cual salieron algunas anticipaciones el 1 de septiembre, en la revista “Le Figaro” (pp. 37-42 ), con una presentación de Jean-Marie Guénois. Es el resultado de doce entrevistas realizadas por Dominique Wolton al papa Francisco a lo largo de dos años.
“Todos somos inmigrantes y todos somos refugiados”: Dominique Wolton cita esta frase del Papa en Lesbos, en el campamento de refugiados de Moria, donde el 16 de abril de 2016 iba acompañado por el patriarca ecuménico Bartolomé y el arzobispo de Atenas, Hieronymus, donde firmaron una declaración conjunta.
El Papa cita también otra frase que los refugiados llevaban en sus camisetas: “No soy un peligro, estoy en peligro”. Además cita la Historia sagrada: Abraham y las “migraciones del pueblo de Israel”; porque “Jesús mismo era un refugiado, un inmigrante”. Y asegura: “existencialmente, por fe, somos migrantes”.
Había como una atmósfera de Génesis en las propuestas del Papa: el paraíso perdido, el exilio de Adán y Eva, los refugiados sobre la faz de la tierra y la nostalgia del regreso.
Una de las imágenes favoritas del Sucesor de Pedro es estar en camino, la marcha: “Cuando un hombre o una mujer no está en camino, es una momia. Es una pieza de museo. La persona no está viva”, dice.
Ante el deterioro que se registra en el tema migración después de Lesbos, insiste Dominique Wolton. El Papa se pregunta: “¿Por qué abandonan su tierra?, por falta de trabajo, o por la guerra. Estas son las dos razones principales. La falta de trabajo porque fueron explotados; pienso en los africanos. Europa ha explotado África … ¡No sé si podemos decirlo! Pero algunas colonias europeas … sí, la explotaron”.
El Pontífice cita a un jefe de Estado africano que decide reforestar : “Los poderes económicos del mundo habían cortado todos los árboles, con esta consecuencia: `La tierra está seca después de haber sido explotada demasiado y no hay más trabajo´”.
¿Cuál es la respuesta? Ante el derecho de emigrar existe el derecho de no emigrar, como señalaba Benedicto XVI, y que recuerda con otras palabras el papa Francisco: “Lo primero que deben hacer –y lo dije delante de las Naciones Unidas y del Consejo de Europa– deben hacer fuentes de creación de empleos en todas partes e invertir en ellas”.
Añade inmediatamente, con realismo: “Es cierto que Europa también debe invertir en ella. Porque aquí también hay un problema de desempleo”.
La segunda causa principal de las migraciones son los conflictos. El Papa es claro: la gente, “si hay guerra, tendrá que huir. Ahora, ¿quién hace la guerra? ¿quién da las armas? nosotros”.
El Papa sueña con una Europa diversa, que no tema volver a ser “madre”. Evoca el invierno demográfico y sus consecuencias: “Europa puede perder el sentido de su cultura, su tradición. Pensemos que es el único continente que nos ha dado una tal riqueza cultural, y enfatizo esto.
“Europa debe encontrarse volviendo a sus raíces. Sin tener miedo. Sin tener miedo de convertirte en una Europa madre”, afirma Francisco.
“Europa tiene miedo en este momento. Cierra, cierra, cierra …”. Pero recuerda que Europa durante su historia fue constituida por migraciones y la capacidad del continente para integrarlas.
“Europa es una historia de integración cultural y multicultural como ustedes dicen, muy fuerte, desde siempre. Los lombardos, nuestros lombardos de hoy, eran bárbaros que llegaron hace mucho tiempo… Y entonces todo se mezcló y tenemos nuestra cultura. Pero, ¿qué es la cultura europea? ¿Cómo definiría la cultura europea hoy? Sí, tiene raíces cristianas importantes, es cierto. Pero eso no es suficiente para definirla. Están también todas nuestras capacidades, de integrar y recibir a los demás”.
Anita Bourdin
Imagen: Migrantes, Croacia.
(Foto cortesía RJS)