Reunió en México a empresarios de 15 países latinoamericanos, a obispos y sacerdotes
Obispos, sacerdotes y líderes empresariales de 15 países de América Latina se han reunido en el XIII Encuentro de Diálogo CELAM-UNIAPAC, tal como lo hacen desde hace casi 30 años, para discernir sobre el rol que le compete a la empresa en el siglo XXI.
El encuentro que se realizó en el centro de capacitación y retiro “El Refugio” de la ciudad mexicana de Monterrey, concluyó con una declaración firmada el 7 de mayo pasado, la cual ha llegado ahora a la redacción de ZENIT.
Los integrantes del simposio indican que en la región Latinoamericana y del Caribe se ha producido, en las últimas décadas, un incremento de violencia e inseguridad como resultado de múltiples causas y que el clima de desconfianza hacia las instituciones y de ruptura del tejido social es consecuencia, lo que no deja inerte ni le resta responsabilidades al mundo de la empresa.
“Como cristianos no podemos quedar indiferentes, ya que la paz es un don de Dios, uno de los bienes más preciados de la humanidad, pero es también obra de los hombres” señalan y por esta razón han buscado en el Simposio caminos posibles para la paz.
El tema ha sido abordado desde la perspectiva de la empresa, usando la metodología del Ver, Juzgar y Actuar, a la luz de los documentos del Magisterio de la Iglesia, en especial, las encíclicas Caritas in Veritate, Lumen Fidei y Laudato Si, la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, el documento conclusivo de Aparecida y La Vocación del Líder Empresarial del Consejo Pontificio Justicia y Paz.
Por ello declaran que se comprometen,
“Como dirigentes de empresa de UNIAPAC a:
Ejercer un liderazgo de servicio, con humildad y sobriedad en una dinámica trascendente y aplicando el principio de gratuidad. Sabemos que esto se logra sólo con una vida espiritual sólida y en una dinámica de diálogo y apertura a los demás.
Llevar la Enseñanza Social de la Iglesia a la empresa para que el objetivo de desarrollo económico y la creación de riqueza en los negocios se mantenga siempre en equilibrio, con un desarrollo humano integral y sostenible.
Contribuir a la formación de los dirigentes de empresa, con programas, herramientas y ejemplos de buenas prácticas empresariales, para que construyan culturas organizacionales inclusivas fundadas en el respeto irrestricto de la dignidad de la persona humana.
Ir más allá de los confines de la propia empresa, luchando contra la “globalización de la indiferencia”, a través de la creación de más oportunidades para que más personas participen de la economía y de sus beneficios.
Contribuir a mejorar la calidad de vida de los grupos de más bajos ingresos involucrándolos no sólo como consumidores sino también como productores para que aprovechen sus talentos y destrezas subutilizadas.
Como CELAM a:
Comprender mejor y valorar la contribución que pueden hacer las empresas como agentes sociales en la construcción de una sociedad más justa, próspera, solidaria y humana.
Acompañar pastoralmente a los dirigentes de empresa en su discernimiento ético que les permita orientar sus empresas a la búsqueda del bien común para que se transformen en verdaderos constructores de la paz.
Apoyarnos en las técnicas y profesionalismo propio de algunas empresas para algunos temas que lo requieran.
Como obispos, sacerdotes y empresarios a:
Trabajar conjuntamente para desarrollar planes de acción concretos, en cada diócesis tendientes a la construcción de la paz en América Latina y el Caribe.
Acoger la invitación que nos hace el Papa Francisco a buscar nuevas formas de entender la economía y el progreso a través de instancias conjuntas de reflexión, diálogo y encuentro.
Trabajar conjuntamente en el combate al estigma de la corrupción y a una sociedad más abierta y transparente”.
La declaración concluye implorando “a Nuestro Señor Jesucristo que nos envíe su Espíritu para que junto a nuestra Madre y Patrona de América Latina, la Santísima Virgen María de Guadalupe, pastores y líderes empresariales hagamos realidad estos compromisos y seamos dignos Hijos de Dios que trabajan por la paz”.